lunes, 9 de abril de 2012

DESPUÉS DEL RECITAL

Ya está, ya recité, ya pasó todo.
Ahora, seguramente, un amigo me abrazará,
con fuerza, con furia, con leve nostalgia,
abrazos que te dicen: todo está bien así.

Alguna mujer, abierta, envilecida por mis versos,
cruzando ese pasillo lateral, antes de irme,
se lanzará a mis brazos, con la mayor firmeza,
como una desorientada bomba contra mis ojos.

Después habrá esas copas de vino apasionado,
y miradas y palabras humedecidas por un llanto,
como una cosa de ternura fraternal para el poeta.

Vendrá luego la noche para mostrar mi soledad.
Y no habrá verso que comprender me hiciera
¿por qué volé tan alto, enamorado, para caer tan solo?

Miguel Oscar Menassa
De "La patria del poeta", 1991

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