jueves, 28 de abril de 2011

PARA QUE ALGO NAZCA, ALGO TIENE DE DEJAR DE VIVIR O LA NUEVA LEY DE EXTRANJERÍA

Ahora a crecer, que quiere decir:
entrenarse con voluntad fecunda
para poder dentro de unos años
saber vivir, amar en otro mundo.

Ahora a crecer,
a desviar nuestros principios,
a encarcelar nuestras pasiones,
hacerlas llevaderas y si un día,
siento una pulsación extraña
que al liberarme me condena,
diré que no, mil veces no.

Ahora a crecer,
a comprender el valor del dinero.
El dinero puede, cuando quiere,
de un solo golpe,
aniquilar toda virtud,
preñar la nada,
embellecer con flores el desierto
y hacer del hombre y de la piedra
dos amantes perfectos.

Ahora a crecer,
a dejarse llevar por el contrato.
Conocer a fondo nuestros sentimientos
para abandonarlos.

No poner nunca de excusa,
en el trabajo, un amor,
porque me quitarán el amor
y no me darán ningún dinero.

Ahora a crecer,
que quiere decir ahora a descansar.
No me fue posible encontrar nada en ningún sitio
ni amores, ni ventajas, ni pan, ni soledad
por eso me condeno a escribir un poema.

Un poema de un hombre
que ya lo tuvo todo
y desea soñar.
Un poema de un hombre
que sueña todo el día
pero no puede amar.
O la historia de un hombre
que trabajando duro 20 años
pudo al fin veranear.
O aquel hombre que amaba
sólo a su madre y que tuvo
un trágico accidente en el mar.

Hombres valientes,
hombres de acero firme,
combatientes,
en las calles de la ciudad,
todos contra todos.

Yo soy un hombre
y escribo con violencia.
A veces termino sabiendo
cosas que nunca viví.
Otras, me doy cuenta, vivo vidas
que nunca imaginé.

Soy elegante y voy vestido de palabras,
al mismo tiempo deseo y me desean
y eso me da coraje para seguir en el poema.
Me hacen sentir que escribo para el mundo.

Digo violeta, pongo violeta aquí
y el horizonte se tiñe de violencia.
Digo violencia, pongo violencia aquí
y un hombre arranca sus genitales
y los ofrece a Dios.

O bien, una mujer le dice al hombre,
¡mátame! por favor,
y él la mata con cierto nerviosismo
y la mujer, complacida,
goza mientras se muere.
Al hombre
lo meten en la cárcel 30 años
y cuando lo liberan
una luz lo enceguece
y muere atropellado y ciego
por un niño andando en bicicleta.

Un hombre, una mujer chocan en la vida
y se llevan por delante como bestias
y se sonríen, cálidamente y se abrazan
antes de caer.
Ese abrazarse, mutuamente, los salva.

Después sus vidas se llenan de papeles,
papeles de nacer, de haber nacido
en un país, un pueblo.
Papeles que confirmen
que padre y madre hicieron el amor.
Papeles que me digan
que soy un hombre aquí.

Aquí, en este papel, se dice claramente
que este hombre que soy
nació de humanos seres
y el papel asegura,
con la fuerza de la palabra escrita,
que en el momento de la foto,
este hombre que soy, estaba vivo.

Vengan a mí, que tengo para daros nada.
Nada de nada tiene el extranjero, nada
y, sin embargo, tiene un verso en los ojos:

Rueda la vida, rueda y, también, se detiene.

Aquí están, mi vida, mis hijos, mi dinero
mi trabajo futuro, todos mis amores.
Al menos dadme un papel que diga:
El extranjero Juan no tiene nada,
todo lo dio por un papel.

No tengo nada, ni dignidad me queda,
al menos un papel que diga que he vivido.

Éste fue Juan, nació de padre y madre
fue, exactamente, un hombre
pero vivía como un perro, sin amor y sin dueño.
Al morir, también, le fracasaron los papeles
y nadie se dio cuenta de su muerte.
”No estaba”, “no venía”, “lo habrían contratado”
pero nadie podía pensar que había muerto.

Papeles, dadme papeles,
soy la mujer del valle donde la radiación
se comía, vorazmente, a los pájaros,
tengo en mi cuerpo marcas de la explosión.
Los salvajes carros de la guerra al alba
atravesaron nuestro cuerpo.
Ni alma nos dejaron.

Fuimos quemadas vivas y, sin embargo,
en mi cuerpo aún brilla,
la caricia del amado al partir.
Tengo los labios rotos por la sal de la vida
y, sin embargo, cuando vuelve,
dulce es el beso del amado
aunque vuelva a partir.

Cristos y deidades al pasar por mi pueblo
no encontraban consuelo al ver lo que pasaba.
Caín, el asesino, estaba vivo
y Abel de sueños era, inalcanzable.

En mi pueblo se violaban las vírgenes
para no contraer enfermedad
y ataban a los niños de la cintura para abajo
para que no pudieran, los pobres, caminar.
Y cuando no había pan o carne o gasolina
se mataba algún pobre, alguna puta.
Y hubo noches, en mi pueblo: la tierra,
que se llamaron las noches de las bombas
donde nos acostábamos uno encima del otro
para que los de abajo no murieran.

Y después hubo horrores que se olvidan,
horrores donde toda la culpa
la tenía Dios.

Miguel Oscar Menassa
De "Al sur de Europa", 2002

miércoles, 27 de abril de 2011

CUMPLIR 60 AÑOS. POETA

A mis hijos Cecilia Andrea y Antonio Nicolás


Entiendo no saber de qué se trata.

Decaer, no es fácil a los 60 años.
Pero ascender lumínico, tampoco.
Es una edad detenida en el tiempo.
Una meseta tendida a gran altura.

Alma despojada, también, de alma.
Cuando se cumplen los 60 años,
los vientos huracanados del exilio
son como el aire fresco de la mañana
nada de oscuridad, recuerdo del dolor.

Meseta digo para decir extensión.
Mi vida, mediterránea luz sonora,
mar desolado pero abierto al mar,
soledad devorada por una libertad.

Eso es decir, amigos, eso es amar.

A los sesenta años se festejan
las cosas dejadas, no vividas,
ese beso mortal que nunca dimos,
la caricia que nunca me alcanzó.

A los sesenta años voy a festejar
el trabajo que aún no he realizado.

El grandioso poema que escribiré
una tarde de otoño a los cien años.

Las largas caminatas con mi amor
hablando del tiempo que no pasa.

Nos miraremos y nos amaremos
con los ojos en verdad cerrados.
Y en esas caricias de oscuridad,
también, tendremos un pasado.

Hemos vivido, hemos vivido y
eso, amigos, está con nosotros
por eso queremos festejar la luz,
la luz, incuestionable, del futuro.

¿Te imaginas lo que nos imaginamos?
un pedazo de piel a los ochenta años,
una caricia procaz, un poema brutal
en la meseta, al cumplir los cien años.

Miguel Oscar Menassa
De "Llantos del exilio", 2001

lunes, 25 de abril de 2011

ERAS JOVEN...

Eras joven
no te bastaba el amor
tus grandes ojos no bastaban.
El río, las escalinatas del río
-un río enamorado o sucio
recordado con amor, odiado
o simplemente recordado-
Una infancia sin fin
algunos nombres
y esa primitiva o heroica
manera de querer.

No bastaban
las mujeres penetrando tu cuerpo penetrado.
Detenido.
Mil caricias detenían tu cuerpo.
Los malos pensamientos no bastaban.

Vos creías que el amor
era empujar y revolver un poco
revolver por lo menos hasta encontrar palabra
una sola palabra.
Una tarde
-el sol estaba en todas partes
tu corazón de sol hasta los ojos
tus ojos, tu joven cuerpo
iluminados alegremente por el sol-
sordo como una tapia
te mataste de bronca.

Miguel Oscar Menassa
De "22 poemas y la máquina electrónica o como desesperar a los ejecutivos", 1966

sábado, 23 de abril de 2011

PROBLEMÁTICA INCIERTA O ALICIA EN EL PAÍS DE LAS MARAVILLAS

La predisposición a la perversión no es algo raro y especial,
sino una parte de la constitución llamada normal.
Sigmund Freud

I. Pienso, es decir, espero madre serena, que los pájaros comiencen a volar
en el momento preciso. Si espero, pasivo ser, me será dada el habla.
Si mi cuerpo recibe el mandato, seré sin más el canto de los pájaros.

II. ¿Perversión es las dos cachetadas que le pego a mi amada de las siete y treinta de la mañana para que desee mi muerte o perversión es las 7 y 30 de la mañana?

III. ¿Perversión será mi pene perforando los ojos de mi amada, o en el color de los ojos de mi amada está todo el secreto?

IV. Tengo todavía infinitos ejemplos para todo.
¿Retener o expulsar? ¿ Cuál de estas dos perversiones será aceptada en este caso?

V. Sé que mis ojos tienen ese brillo especial que te recuerda a tu hermano muerto.
¿Perversión o caridad? Que yo me sienta un poco El cuando estoy en tus brazos.

VI. Que tu vagina fuese de un color azul durante todo un año, nos divirtió mucho el verano pasado y sin embargo eran azules los ojos de mi amigo muerto. Donde mi amigo amaba de mí la inteligencia era en un mar azul, inmensamente azul.
Estuvo todo el año viviendo entre tus piernas, todo el año encontrándose conmigo en las profundidades de tu vagina azul.

Miguel Oscar Menassa
De "¿Perversión? o ¿La muerte de la palabra?
y Psicoanálisis del amor", 1970

jueves, 21 de abril de 2011

DE HAMBRE Y DE LIBERTAD YA HEMOS MUERTO

Ya fuimos el águila nocturna,
tocada en pleno vuelo.
Somos ahora una manada de bisontes.
Platas antiguas y soledades caen,
bajo el murmullo de nuestra locura,
corriendo hacia el futuro.
Ídolos de papel caen,
esmaltados ídolos,
macizos ídolos de piedra caen,
monumentos, antiguos ídolos.
Ídolos del semen infinito
y de las vaginas abiertas a los cuatro vientos,
caen ídolos de bronce, marcas históricas,
-aparentemente indelebles- caen,
se sumergen en nuestras palabras cotidianas
abandonan su soledad marmórea,
viven con nosotros.

Fuimos la mejor ilusión,
la suprema ilusión de los contrastes.
Al día oponíamos la noche.
Al sol, la luna.
Al hombre oponíamos la mujer.
Al sexo, la palabra.

Después vino la muerte,
roja, bordeando los colores del muérdago,
alterando los ritmos respiratorios,
el bien, alterando el mal,
rítmicamente alterando, todos los sentidos.
La muerte vino a vivir, tranquilamente, entre nosotros.
Poderoso ídolo entre ídolos, en nuestros brazos
majestuosa reina de la libertad, cae.

Miguel Oscar Menassa
De "El amor existe y la libertad", 1984

martes, 19 de abril de 2011

DEJAR

Dejar
olvidar de a poco
el que soy.
Hundirme lentamente
en las horas de la noche
cuerpo de mujer.

Aborigen despedazado por la cultura
pequeño monumento vital hecho letra.

Ave de rapiña desesperada
cegada por su condición de ser
me confieso:
en algún lugar secreto de mi alma
algo de Dios ha muerto para mí.

Bestia ensangrentada devoro mi saber.

Soy la última borrasca sobre el mundo
y también
soy la dirección de la borrasca.

Aquí en el centro de mi ser
flamea un hombre
tu cuerpo
pantera amenazada.
Nácar y ausencia.

Miguel Oscar Menassa
De "La poesía y yo", 2000

lunes, 18 de abril de 2011

Y NOS QUEDAMOS SOLAS

Mi Capitán, mi bello Capitán
muerto de muerte natural
a causa de tus años.

No lloro tu figura
Ni tus desplantes marineros
Ni tus ojos perdidos en la batalla de Verdun.

Lloro tu piel de cortesana
Capitán
Tu voz al oído, tu boca en la cerveza.

CAT
DULCE
CAT

Qué pasión, qué crimen habré de necesitar
para olvidarte.

Qué tifón
Qué vino
Qué mar mediterráneo
Para desencallar tu barco ballenero.

Miguel Oscar Menassa
De "Los otros tiempos", 1970

martes, 12 de abril de 2011

RAIF MI PADRE

Cuando Raif, mi padre, hablaba de los hombres
hablaba siempre de los árabes.

Bebedores de alcohol
capaces de dar la vida por una mujer
o ensoñarse al atardecer
a causa del olor de los azahares.
Un árabe nunca mata sin pasión.
Frente a la incertidumbre
abandona a sus seres queridos y busca
en el silencio del desierto, su destino.

Ama las flores y los cigarros
y al amanecer
sentado sencillamente en la puerta de su casa
espera que el sol toque la vida con sus manos.

Miguel Oscar Menassa
De "Yo pecador", 1975

lunes, 11 de abril de 2011

LO DIGO ANTES DE QUE ME LO PREGUNTEN

Lo digo antes de que me lo pregunten.

Estoy impresionado, lo que pasa en el mundo
me sobrepasa.
Hay días que no se escucha
otro ruido que el fragor de las batallas.
La música es el llanto de un niño
pidiendo pan.
Sólo amo la piedra que me protege
de las balas enemigas.
El hombre actual sólo desea
tener un arma
más poderosa que el enemigo.
El hombre actual quiere ser Dios
mas no consigue tanto.

Para imponer el bien utiliza el mal,
todo lo perverso, los asesinatos.

Para imponer el bien olvida la belleza
y con la libertad hace una bandera
para luchar contra la libertad.

Vivo un poco impresionado
y, sin ser pesimista, puedo asegurar
que el hombre ya no puede dormir,
lo persiguen aviones incendiarios,
mapas extravagantes de ciudades
secretamente ocultas en la piedra.

Lo persigue el aliento de un tigre,
debajo de las sábanas, en el aire.

Lo persigue su odio, el odio de las víctimas
y no puede dormir porque en las noches,
el odio de los asesinos lo persigue.

Y nunca está tranquilo
ni cuando come, ni cuando vomita.

A veces está tranquilo con su amada,
atravesando el domingo en sobremesa
y desde la televisión, previo consenso,
le envían un misil súper-inteligente
que sólo mata niños jugando en la vereda
o madres distraídas en el supermercado
o a los pobres ancianos en la silla de ruedas.

Miguel Oscar Menassa
De "Al sur de Europa", 2002

viernes, 8 de abril de 2011

Cuaderno nº 2 - Contiene 64 dibujos

Poco a poco seré todo del significante y eso será vivir más de 200 años.

Estaba triste pero no entendía bien los motivos que yo mismo me presentaba para explicar la tristeza.

El amor,
burla atroz de dar todo por nada.
El Tango sabe.

Tengo que poner un punto, también, para mí.

Algo tiene que dejar de crecer para que algo comience.

¿Por qué, se preguntaba el condenado, por qué lo ensuciaré todo con el amor? ¿por qué? Tengo que poder amar sólo lo bueno, lo conveniente y el condenado no podía dejar de amar lo malo, lo inconveniente.

Cuando alguien llora no quiere decir que sufre por lo que está pasando. Todo llanto es un homenaje al pasado.

Con voluntad deliberada me encuentro conmigo mismo y algo no me gusta. Algo es ajeno a mí.

Soy un verdadero loco.

Mejor comenzar todo de nuevo.

Todo de nuevo, también, quiere decir: Olvidar todo lo pasado. Comenzar todo de nuevo. Creer en la gente, en las posibilidades para muchos.

Comenzar de nuevo, todo de nuevo.

Amar como si fuera la primera vez.

¡Brutal anémona! a los 59 años amar como si fuera la primera vez; Qué bestia!

Miguel Oscar Menassa
De "Poeta condenado", 2000

jueves, 7 de abril de 2011

CÓMO PODER DECIRTE DEL AMOR

Amada
cómo poder decirte del amor
las cosas terribles o maravillosas
que a veces nos preocupan
y otras, calman nuestros deseos
o nuestras extrañas percepciones.

Cómo poder decirte nuestros cuerpos desnudos
en ese sin fin de movimientos
que comprendemos y amamos.
Cómo poder decirte
aquí, hoy
en esta encrucijada
vida dura
amarga o dulce
según el movimiento de tus ojos
(de tus ojos amada
el pan de cada día
la revolución que espera
caliente y desentendida de Dios
como una virgen,
la granada que explota
los hombres, el hambre, el llanto
de tus ojos a veces
esa dulzura infinita)
o el color de tu boca.

Parado
Rey del universo
aquí en este día
sobre tu propio corazón.
Cantor enorme
cantor de vos de mí
de las pequeñas palabras sin sentido
de los grandes movimientos
de tantas cosas juntos
sacudo la bandera del amor
pisa la tierra libre
espero un hijo
serenamente
brindo por vos con vos
por nuestro hijo
triunfo sobre la tierra loca
enloquecedora tierra de amor
acompañado de tu risa.
Tú llanto a veces
suele desconcertarme de una manera brutal.

Hablo con vos, así, tranquilo
conocedor de tus gestos,
fuerte y elástico como el mundo,
de aquello que esperamos
un hijo nuestro
una revolución de todos.

Amada, en este día
cantor irrespetuoso de Dios
parado aquí, sobre tu propio corazón,
increíblemente ágil
ceremonioso o solemne
por parte de padre.
Aquí, exactamente sobre tu propio corazón
para tu alegría
para tus buenas ganas
por los malos pensamientos
por aquellos que recordamos juntos
para orgullo o alegría
del hijo que tendremos
beso las puertas de tu corazón
las ventanas, los tabiques
los rincones iluminados u oscuros de tu propio corazón
para tu alegría
las puntas de tus pechos al aire.

Miguel Oscar Menassa
De "22 poemas y la máquina electrónica o como desesperar a los ejecutivos", 1966