domingo, 31 de diciembre de 2017

Noche vieja


Caigo, voy cayendo por la comisura de tus labios,
detengo mi caída para besarte, porque voy a morir.
Deslizo por tus pechos, agonizantes, mi sonrisa
y alcoholes y locuras inician la danza del adiós.

No es que se baile festejando mi cercana muerte.
no se emborrachan las almas puras para llorarme,
ni se quiebran las voces altas para oírme partir,
ni estallan los vientres de pasión para olvidar.

Se danza para que los temblores lleguen a tu piel,
para que tu piel alcance en los sonidos quebrados,
la música radiante e imposible, las voces del amor.

Antes de morir la caricia negra se contorsiona,
vive con frenesí los últimos goces de tu cuerpo
y doce campanadas desesperadas devoran el final.

Miguel Oscar Menassa
De "Poemas y cartas a mi amante loca joven poeta psicoanalista"

martes, 26 de diciembre de 2017

VOLAD VERSOS MÍOS ID CONTRA TODO


Es un verso
que de habérmelo propuesto
lo hubiera escrito yo.
Mi voz
la palabra publicada tiene mi voz.
Ese murmullo que te vuelve loca.
Cuántas veces vi explotar tu sexo
entre mis signos de puntuación
y te lo dije:
Nena
tu amor no tiene límites
te detendré en una palabra.
Locura y vértigo ya no tengo más
todo transcurre como necesario
inevitable
ardiente
y en ese ardor
todo lo que transcurre
es Poesía.
Ella desnuda en medio de mi pecho
este siglo se quedará con nosotros
a divertirse, a dormir simplemente.
La haré trabajar de puta
y la haré
subir hasta los astros.
Inventaré un oído cósmico
para su voz
doliente de terráqueo.

Miguel Oscar Menassa
De "La poesía y yo", 2000

domingo, 3 de diciembre de 2017

Fui lo que se dice un buen fenicio, en todo


Fui lo que se dice un buen fenicio, en todo.
No era navegar por navegar, mi oficio,
mi oficio era tenderme entre los puertos.


Rosa perdida de perfumes rotos,
color de soledad, dejaba en cada puerto,
un infinito brote de locura.

No estoy perdido de amores sino de tedio:
ya nadie corre por los peldaños de mi mente como tú,
ya nadie abre su fuente con alegría y deseo para mí.
Yo ya no veo tus ojos en lo profundo de mis manos.

Navegar por navegar no es mi oficio,
arrancar trozos de la nada y unirlos en conjuro,
ese es mi oficio silencioso y tenaz, como de versos,
mi oficio no se puede aprender, no sabe, es ciego.

Miguel Oscar Menassa
De "Poemas y cartas a mi amante joven loca poeta psicoanalista", 1987