jueves, 26 de febrero de 2015

LLEGÓ LA POESÍA Y ME DIJO


Un sí o, bien, un no, me hicieron
abrir nuevos caminos, abandonar caminos.
Hasta que topé, una noche, con la Poesía
me la pasaba volando de un lado para otro
según el capricho de mis tiernas amadas
que del amor, sólo sabían hacer el amor.
La Poesía me dijo con solvencia:
Para vivir, un hombre, no necesita volar
menos aún de un lado para otro tras su amada.
Un hombre debe tener los pies a la altura de los pies.
El alma al alcance de una breve caricia,
el sol sobre la tierra a la hora del sol,
el cuerpo y la palabra cual ríos disponibles
y a la noche algún sueño, una historia de amor.
Un hombre tiene todas sus esperanzas en el hombre.
Un hombre tiene como bandera la libertad.
Le da agua al sediento y lucha por un trozo de pan
y ama, hace como que ama pero no sabe amar.
Un hombre, dijo la Poesía, con severidad,
un hombre sabe que morirá y no le importa.
Sabe que muere cuando escribe y, sin embargo, escribe.
Sabe que cada amor le mata y, sin embargo, se enamora.
Un hombre, le dije, ambiciona volar
y aunque no pueda no le importa.
Ambiciona volar, ama la ilusión de volar.
Sentir en ese instante que algún día...
Un hombre, Poesía, es capaz de matar,
es capaz de comerse el corazón amado,
quitarse de la boca con asco un beso de amor
y amar, de sus cautivos amantes, el dinero.
También una tarde cualquiera un hombre
se deja acariciar por una brisa, un aire,
un sentimiento lo golpea en el pecho
y el pobre hombre cayendo se enamora.
Y hace como si tuviera sangre en las venas
y salta y corre y se acaricia con frenesí
y quiere entregarse, totalmente, por amor
y, ahí, viene la policía y lo encarcelan.
¿Me sigues, Poesía? Del hombre hablamos.
Es capaz de morir por ideales falsos
capaz de hacer la guerra por casi nada
dejar morir su otra mitad, en silencio.
Se mete en el centro del volcán y lo desafía.
Quiere atravesar los océanos con su cuerpo,
tocar la inmensidad, el cielo con sus versos
agujerear el vientre de la montaña, la piedra.
El hombre quiere llegar con sus latidos
al centro desconocido de la tierra,
a la vida íntima de todos sus amantes,
quiere llegar, al corazón de las cosas.
Y se enamora, Poesía,
y se pudre como una flor al sol
cuando alguien se muere o lo abandona.

Miguel Oscar Menassa
De "Al sur de Europa"

viernes, 20 de febrero de 2015

La invitación del presidente, una película de Miguel Oscar Menassa

 
Del 20 al 26 de marzo de 2015
40 años de MENASSA en España
Pequeño Cine Estudio
c/Magallanes, 1
Madrid
Compra anticipada de localidades: 91 758 19 40

Trailer
https://www.youtube.com/watch?v=lv2zwW4afgQ

martes, 17 de febrero de 2015

TRES AÑOS SON MAS QUE LAS MIL Y UNA NOCHES

22 de agosto de 1979

Partí de Buenos Aires
a caballo de las palabras
donde la poesía
construyó su residencia.
Mil días y mil noches
y me sorprende, aún,
estar vivo.
Calmo mi sed todos los días
y hago el amor
cuando las constelaciones del sur
me recuerdan la Pampa.
El cielo desolado me llama al amor...
Soy lo que queda
después de la matanza
más que un hombre
un rastro.
El tiempo fue pasando
y junto con el tiempo
fueron pasando
los rostros de la muerte.
Y todo fue delirio
en cada máscara.
No tengo paz. No tengo Paz.
Tengo en mi vida huellas
de haber amado la libertad.

La poesía en mi decir
no soporta las trabas
ni las cadenas
no soporta la muerte.
Más allá de mi cuerpo
las letras de mis versos
cantan a la vida.
Más allá de mi amor
las letras de mis versos
tocan el universo.
Mi vida no da más.
Estos escritos son
lo que mi vida da.
Pájaro y serpiente
vuelo y repto
al compás de mis pasiones.
Brujo de mí
transformo los estertores
en música
y creo que danzo.
Una Patria
hecha trapo sangrante
una bandera hecha blasfemia
se agita entre los muertos:
Matar
en nombre de la Patria.
Morir por ella, morir
como las piedras calcinadas.
A mí no me tocó la vida
me tocó sólo su recuerdo.
Patria
esparcida por todo el Universo.
América de plata
te mancharon con sangre.
Estás herida
sangre de las tinieblas
Argentina de cielo
república del pan
herida de muerte
corrompida a muerte.
Deshilachado
helecho de la historia.
Vómito de sangre y terror
sobre la libertad.
Ojo de miel
vaciado a tiros.

Miguel Oscar Menassa
De "·La poesía y yo"

martes, 10 de febrero de 2015

EL AMOR EXISTE Y LA LIBERTAD


Fui un hombre
amante de la libertad
y los venturosos días por venir.
Después cayeron sobre mí,
la guerra y sus estragos.
La libertad,
se fue poniendo negra entre mis brazos
y aquel bello rostro de los recuerdos infantiles,
su rostro,
se evaporó lentamente entre los ojos de la muerte.
Gritos desesperados saliendo a borbotones,
llamándola por última vez y, ella,
alta y desnuda, ráfaga inalcanzable de cielo,
ordena matar.
II
No sabemos, todavía, no sabemos:
¿Quién está vivo y quién está muerto?
III
A nuestro alrededor
la libertad seguía volando libremente
y volando,
se hablaba de ella en otros mundos
y volando,
había un reino más allá del cielo,
donde la libertad,
entre los soles de las galaxias superiores,
reinaba,
siempre intangible y serena,
la vida de los hombres.
IV
Para vivir, fue necesario
llenarse la cabeza y el alma de ilusiones.
Para vivir, fue necesario,
dejar de vivir.
V
De un ser despedazado hicimos escritura.
Una escritura hambrienta de porvenir,
libertad a los cuatro vientos,
amor, loco y vivaz, entre las letras.
Una escritura desesperada,
desenfrenada buscadora de amor.
de libertad, de humanidad.
Todo lo que no existe.
VI
Tiempo donde toda la música,
era el quejido de los moribundos.
Tiempo donde toda la alegría,
era recuerdo.
VII
Entre los bramidos de la muerte
me hundí en mi propio interior.
Quise encontrar sentido al universo
en el centro de mis tripas.
Hice de mi corazón,
un breve y opulento palacio de cemento.
Puse alambre de púas en mi piel,
me rodeé de fosos,
levanté los puentes levadizos
y puse cadenas a mi alrededor
y cadenas
y reflectores contra el sol
y dejé de escribir, porque temía,
que mi escritura transformara mi vida.
VIII
SILENCIO
era lo único que pedían.
IX
GRITAR
fue el único deseo.
X
Gritando y enmudeciendo para no morir.
Recordando y olvidando todo para no morir.
Levantando y agachando la cabeza para no morir.
XI
Quise volar como los pájaros, gruñir como las bestias
Quise ser Dios
y me moría de hambre con los hambrientos.
Quise ser millones
y lloraba con los desesperados porque llorar,
es un recuerdo del hombre inolvidable.
La alegría me caló los huesos cuando le opuse
mi primer verso a la muerte.
XII
QUERIDA MUERTE,
a tu pesar,
a mi pesar,
la vida continúa.
XIII
Grotescas olas, cataclismos inesperados,
retorcimiento visceral.
Torturas
y hambre
y pequeños pecados solitarios,
que el tiempo castiga con la muerte
Un tiempo que todo da lo mismo.
XIV
Un tiempo,
un viento,
un opaco murmullo,
te parte la vida en mil pedazos.
Después, un hombre es lo que es.
XV
Después de la catástrofe escribo versos
y hago el amor porque el amor,
también hace la guerra.
Hablo a mis hijos del movimiento de los astros:
es posible hablar de las estrellas sin tocarlas
y nos quedamos mirando, tranquilamente, la luna,
el vuelo borracho de alguna abeja entre las flores
y nos distraemos con cualquier tontería de la tarde
porque les hará bien, me digo,
que vayan olvidando el nombre de los muertos.
Y sueño todas las noches un futuro brillante
y me levanto buscando un sol que hoy tampoco estará
y busco entre los hombres con quién hacer la guerra,
porque la guerra, también, hace el amor
y escribo versos.
XVI
Creciendo contra todo,
ambicionando todo lo que pronuncio,
le fui poniendo alas,
bujías electrónicas,
motores supersónicos a mi canto.
Y creciendo hice versos
y mis versos creciendo,
fueron mi vida.

Miguel Oscar Menassa
De "El amor existe y la libertad"

viernes, 6 de febrero de 2015

Recital de Poesía. POESÍA AMOROSA versus POESÍA SOCIAL. Miguel Oscar Menassa

Recital de Poesía
POESÍA AMOROSA versus POESÍA SOCIAL

Sábado, 14 de febrero de 2015 a las 20h

SEDE DEL GRUPO CERO
c/Duque de Osuna, 4 - Locales
28015 Madrid - Tlf.: 91 758 19 40

jueves, 5 de febrero de 2015

BUSCO SIGO BUSCANDO


Busco sigo buscando
entre las esperanzas.
Ato mi razón...
descuelgo de ella
un sinsentido.
Te escribo
dejo pasar
entre las teclas de la máquina
los afectos más reprimidos.

Hoy estoy ágil
como una paloma entre los buitres
como una paloma decapitada por la paz.
Un ajetreo en mis entrañas anuncia
el espacio nocturno para mis ojos.
Fuera de mí volando a ras del cielo
desorbitados a punto de caer.
Bebo inmaculado licor
entre tus piernas de gacela perdida
de gacela abierta a los manantiales
de gacela estropeada por la ciudad.
Busco entre los recuerdos
una esperanza
y no encuentro recuerdos.
Escribir, también, contra mí mismo.
Tanta locura
tanta alegría en medio de tanta locura
más que tocar fondo
me elevo entre los astros
espuma de cielo
me dejo comer por el vacío.
Soy una de las últimas astillas
de la tierra
ya no puedo volver ni detenerme.
Hacerme fuego es mi destino
incendiar, también, el universo.
Fresas y fresnos marinos trópicos del deseo,
aleteo fugaz contra las olas y los vientos.
Me imagino sentado en una silla para siempre
ligando el mundo apasionado entre mis letras.
Páginas como gigantescas olas oceánicas.
Lento devenir entre las letras
como si fuera entre montañas y
valles de sol y ríos desolados
cortando las ciudades del amor.
Tejo una red de versos incalculables,
teja conmigo amablemente en el deseo
y deje que sus ojos se vuelen de sí.
Hágase universal
recorra el espacio celeste
en el poema
cielo y vértigo
para sus ojos desorbitados
y ahora puede decirle a su mujer:
Te escribo
ves
te escribo en las paredes
pongo tu nombre ciego
en las paredes.
Viajo con destreza
por tu piel
toco el Universo.

Miguel Oscar Menassa
De "La poesía y yo"