sábado, 28 de junio de 2014

TODO RUIDO ME RECUERDA EL PASADO


Guitarras rasgadas con odio.
Balas disparadas con odio.
Tambores de locura.

Rauda armonía de la muerte
estás aquí
te siento
en el intenso
calor de mis ojos
detenida
casi sin deseos
atareada
como confundida
por mi manera de vivir.

Miguel Oscar Menassa
De "La Poesía y yo", 2000

miércoles, 18 de junio de 2014

HOY HAREMOS EL AMOR

Hoy haremos el amor como los altos hornos
que doblan el acero sin dejar de brillar.

Miguel Oscar Menassa
De "Al sur de Europa", 2002

domingo, 15 de junio de 2014

POESÍA 2000


Deshojados rumores del tiempo
se abanican sobre mi cuerpo ya dejado de lado.
Son instantes que huelen a podrido, a carne agusanada.
Dejo volar mis manos
y el fin de siglo se conmueve por la pureza de mis gestos.
El apocalipsis esperado era esta página.
En medio de la guerra,
en medio de la guerra atómica,
en medio de otras guerras,
la guerra sucia, la guerra fría.
En medio de la droga, la pólvora,
la mutilación, la muerte,
el sida silencioso,
ha nacido el poeta.
Aquí me tenéis, soy el ejemplo posible.
En medio exacto de la locura universal,
vivo, no padezco de nada y cuando canto,
es una carne ajena la que canta en mi voz.
Soy los arrebatos inquietantes de la lengua,
una serpiente aligerada de su propio veneno,
sólo el movimiento de reptación al infinito,
luces perdidas negros senderos del silencio.
Soy un humano terrestre, lleno de algarabía,
la luz, que se bebe el futuro para contarlo.
Voz sin ecos, equilibrada voz sin ecos, voz.
El hombre me esperaba, suave caricia desgarrada,
que dejará en el inocente terráqueo sin medida,
sonora resonancia abierta, huellas de libertad.

Miguel Oscar Menassa
De "La patria del poeta"

viernes, 13 de junio de 2014

CRECIENDO ME FUI DANDO CUENTA


Creciendo me fui dando cuenta
que vivir no era suficiente.
En principio comencé por cambiar
algunas horas de mi vida
por algunas palabras.
Esas cuestiones del sexo y del oro
de la pequeña y simpática libertad
de la política sombría.
Las palabras se unían unas a otras
como pesadas redes
y en esa soledad fue necesario amar
conocer el amor
amar el amor
ser para el amor
como si el amor fuera uno mismo.
Matarse por amor.
Envolverse en la tristeza
de un crimen por amor.
Soñar y ser soñado
siempre por la misma persona
y tener la valentía por amor
de despeñarse
por el desfiladero de las sombras
cada vez que lo amado deje de soñar.
Y el amor con tanta locura
trae el movimiento de los astros.
Soles quietos
enamorados de bailarinas lunas
lunas ciegas
bailando por la obligación del amor.
Después aún
entregando otras horas de mi vida
ingresé en el cosmos.
Los soles quietos giraban a su vez
alrededor de otras cadenas.
La luz
era sólo el reflejo de su búsqueda.
Miguel Oscar Menassa
De "La poesía y yo", 2000

viernes, 6 de junio de 2014

SIN BUSCAR SENTIDOS



Sin buscar sentidos
sin buscar sentidos
a veces
no se puede vivir.


Buitre acostumbrado
a la carroña
vuelo sin olfato
perdiendo el rumbo.


Lumínico vientre
jugos
como vertientes de arrebato
contra los ojos mal-heridos,
desvariados.


La soledad
me tiende sus redes de brocato.


Me repito
un hombre solo no es un hombre
un hombre solo no es un hombre
y abro la boca hambriento
sin saber ¿Porqué?
me toca este camino.


Soñador
acostumbrado a vivir
empecinadamente la poesía
amo en general los silencios,
las brusquedades
los silencios.


Entendido en catástrofes
nazco
entre lo que se desmorona.


Piedras
antílopes caídos,
tigres
como llamas de seda.
Llamas
piedras
y entre los desperdicios
siempre encuentro una flor.
Una simple delicadeza
para el alma.


Volando entre galaxias
de nuevos pensamientos
mi vida
se llenó de malos pasos. 


Normal. Normal
eso no pude nunca.


Soy una promesa
y el diente
posterior de la nada.
La poderosa serpiente
que le da vida a Dios.


Veneno y fe.
Veneno y fe
y azúcares
y olores
de azúcares quemados
y corales
y negruras
y tiempo de paz.


Los hombres van y vienen
recuerdan y olvidan.


Panes y recuerdos
me repito a cada instante
panes y recuerdos
tuvimos todos.


Cuando partí de mi ciudad
lo sabía todo y lo olvidé
lo sabía todo y lo olvidé.


Viajo sin rumbo porque olvidé
el destino del hombre.


Tanta muerte y tanta locura.

Tanta soledad.
Mejor viajar sin rumbo
mejor detenerse
donde nadie se detiene
cielo hay
en todas direcciones.


Fui un perro, lo sé,
buscando en la basura
un pedazo de carne
y sin embargo
extranjero y feliz
quiero para mí
lo que me corresponda.


Orgulloso de mis defectos
soy un pavo real
sorprendido por sus colores.


Hasta aquí
amante
de las virtudes de los otros
quedé sensible al asco.


Picoteo todo
buscando el sabor deseado
y el sabor deseado
está en mí.
Normal. Normal
eso no pude nunca.


Alcanzo
las primeras arenas
a fuerza de coraje
no huyo del mar
lo abandono.
Incendio el mar.
Abro caminos
en los pantanos.


Busco
entre las fieras
un destino.
Mejor no tener nada.
Mejor
andar por la vida
como si el mundo
nos perteneciese.
Pisar aquí y allá
quedarse siempre
en el mismo sitio
y volar.


 

Miguel Oscar Menassa

De "La poesía y yo"