lunes, 24 de julio de 2017

LLEGÓ LA POESÍA Y ME DIJO


Un sí o, bien, un no, me hicieron
abrir nuevos caminos, abandonar caminos.
 
Hasta que topé, una noche, con la Poesía
me la pasaba volando de un lado para otro
según el capricho de mis tiernas amadas
que del amor, sólo sabían hacer el amor.
 
La Poesía me dijo con solvencia:
Para vivir, un hombre, no necesita volar
menos aún de un lado para otro tras su amada.
Un hombre debe tener los pies a la altura de los pies.
 
El alma al alcance de una breve caricia,
el sol sobre la tierra a la hora del sol,
el cuerpo y la palabra cual ríos disponibles
y a la noche algún sueño, una historia de amor.
 
Un hombre tiene todas sus esperanzas en el hombre.
Un hombre tiene como bandera la libertad.
Le da agua al sediento y lucha por un trozo de pan
y ama, hace como que ama pero no sabe amar.
 
Un hombre, dijo la Poesía, con severidad,
un hombre sabe que morirá y no le importa.
Sabe que muere cuando escribe y, sin embargo, escribe.
Sabe que cada amor le mata y, sin embargo, se enamora.
 
Un hombre, le dije, ambiciona volar
y aunque no pueda no le importa.
Ambiciona volar, ama la ilusión de volar.
Sentir en ese instante que algún día...
 
Un hombre, Poesía, es capaz de matar,
es capaz de comerse el corazón amado,
quitarse de la boca con asco un beso de amor
y amar, de sus cautivos amantes, el dinero.
 
También una tarde cualquiera un hombre
se deja acariciar por una brisa, un aire,
un sentimiento lo golpea en el pecho
y el pobre hombre cayendo se enamora.
 
Y hace como si tuviera sangre en las venas
y salta y corre y se acaricia con frenesí
y quiere entregarse, totalmente, por amor
y, ahí, viene la policía y lo encarcelan.
 
¿Me sigues, Poesía? Del hombre hablamos.
Es capaz de morir por ideales falsos
capaz de hacer la guerra por casi nada
dejar morir su otra mitad, en silencio.
 
Se mete en el centro del volcán y lo desafía.
Quiere atravesar los océanos con su cuerpo,
tocar la inmensidad, el cielo con sus versos
agujerear el vientre de la montaña, la piedra.
 
El hombre quiere llegar con sus latidos
al centro desconocido de la tierra,
a la vida íntima de todos sus amantes,
quiere llegar, al corazón de las cosas.
 
Y se enamora, Poesía,
y se pudre como una flor al sol
cuando alguien se muere o lo abandona.

Miguel Oscar Menassa
De "Al sur de Europa"

lunes, 17 de julio de 2017

"PSICOANÁLISIS HOY". Conferencia de Miguel Oscar Menassa en la FIESTA FIN DE TEMPORADA DE GRUPO CERO. Sábado 15 de julio de 2017


"TODO FINAL ES UN COMIENZO". Recital de Poesía de Miguel Oscar Menassa en la Fiesta Fin de Temporada Grupo Cero. Sábado 15 de julio de 2017


Recital de Poesía de Miguel Oscar Menassa. "22 poemas y la máquina electrónica o cómo desesperar a los ejecutivos"


Recital de Miguel Oscar Menassa. Canto a nosotros mismos también somos América. Continuación. Sábado 3 de junio de 2017


Recital de poesía de Miguel Oscar Menassa. Canto a nosotros mismos también somos América. Sábado 3 de junio de 2017


Recital de poesías de Miguel Oscar Menassa en Alcala de Henares, Casa de la juventud. 2 de junio de 2017


Recital de poesía Yo Pecador - 1


domingo, 16 de julio de 2017

Recital Yo Pecador de Miguel Oscar Menassa -2


Tercera lectura de la Autobiografía de Miguel Oscar Menassa


Conversaciones con Miguel Oscar Menassa. Poeta y psicoanalista en la biblioteca de Madrid.


Presentación del libro La psicología a la luz del psicoanálisis


LA PATRIA DEL POETA - I


Voluptuosa semilla, aquí me planto
y creceré y, aquí, echaré raíces
y tendré brotes que, a su vez,
tendrán otros brotes.
Decreto a la reseca meseta castellana,
la patria del poeta.
Arrancaré perfumes de tus rocas,
como de flores de la estación del sur,
y alguien dirá:
antes de los colores del poeta,
vos,
eras gris.
Y yo recordaré:
haberte pintado los labios con mi nombre.

Sobre el verde aroma del limón,
-caballo de los astros-.
Indio de luz,
cobre rasgado por el oxígeno vital,
mi poesía,
pulmón del universo.
Líquenes cenagosos
y alforjas repletas de manzanas,
detenidas en el tiempo del frescor.
Inmensidad,
verde infinito,
sesgo del sol,
entre las cejas del profundo mar,
atlántico silvestre.
No veis que soy el que os saluda,
desde más allá de las más altas cumbres,
más allá de los oscuros cielos de Dios;
desde la profunda galaxia de lo verde.
Meteórica expansión del arco iris,
soy un color que ya no tiene,
el blanco,
de la pequeña pureza inmaculada,
ni el manto negro de la muerte,
desolada,
ni los ojos sangrantes del rubí.
Soy del celeste cosmos y del sol,
la conjunción marítima y alada.
Mi voz,
es el rasguido de la guitarra astral.
Mi canto,
es el sonido gutural del tiempo.
Canto y estallo cada vez,
y cada vez,
me desintegro.
Pierdo mi ser entre fragmentos
y en ese vacío de nada y de color,
porque ya no seré,
recorro los espacios infinitos,
montado en verde luz,
pradera de los cielos
Pampa,
tendida en las alturas.

Miguel Oscar Menassa
De "La patria del poeta"

Recital de poesía de Miguel Oscar Menassa "La poesía y yo"


Presentación de "La muerte del Carnaval" de Miguel Oscar Menassa