sábado, 13 de octubre de 2018

ABIERTO, YO ESTABA ABIERTO Y TE LO DECÍA


Abierto, yo estaba abierto y te lo decía.
sin precaución, sin extremos cuidados
te hablaba de mi ser, abierto naturalmente
como se habla del cielo o de la espuma.

 Esas tardes de mares, de completos océanos
donde las grandes olas no hacían otra cosa
que estrellarse blandamente, caer sin fuerzas,
enamoradas, frente al vacío abierto de mi voz.

 Un día, caprichosa, te arrojaste en mi interior
y tiraste del fondo de mi piel, empecinada,
para cerrar al mundo, el vértigo, mi belleza.

 Te enloqueció mi manera de resistir, riendo,
jugando con las olas, alborozadas por mi amor.
Te dejamos toda la piel para seguir abiertos.

Miguel Oscar Menassa
De “Al sur de Europa”, 2002

domingo, 7 de octubre de 2018

MI PADRE HABLABA DE SU MAR ALEGREMENTE



Mi padre hablaba de su mar alegremente.

Del mar de mi país puedo decirlo todo.
Hablar de sus colores y de su mansedumbre.
El mar de mi país parece una pradera. 
Crecen en plena mar acacias y malvones
como en la casa del abuelo Antonio.

Esa pradera azul estalla de colores
cuando en primavera florecen sus mujeres.

Al alba tendían las redes tejidas en el hogar
a mano por viejas mujeres con ropa de seda
y grandes peinetones de marfil;
que nunca, dice mi padre, ni aún en las fiestas
besaban a sus hijos varones.

Cuando los hombres volvían con sus presas del mar
cobraban su sentido aquellas ceremonias. 

Miguel Oscar Menassa
De "Yo pecador"