viernes, 31 de mayo de 2013

ALGUNAS DE ELLAS

     
Ellas se vestirán livianamente para apurar la tarde
se despeinarán
encenderán cigarrillos en nuestra pieza
leerán por primera o segunda vez
nuestro nombre impreso en papel ilustración.
Se quedarán esa tarde y la siguiente
hasta que tengamos que salir como las putas
a la calle
a cambiar de pensión y de familia.

miércoles, 29 de mayo de 2013

"El sexo del amor" de Miguel Oscar Menassa.


Capítulo IV

-Me gustaría demostrarte algo que no puedo demostrarte:

Me cortaría los huevos y te los ofrecería y estoy seguro que vos pensarías que otra mujer se beneficia con ese gesto de amor.

Es por eso que no me corto los huevos, es por eso que te amo hasta el ofrecimiento de lo que no podré cumplir...

Miguel trataba de hacerle comprender a Zara, algo que él creía haber entendido en las entrevistas que tuvo con el Master.

-Lo que quiero decirte, prosiguió, es que no hay prueba de amor verdadera, en el sentido de que ninguna prueba de amor es suficiente prueba de amor.

Zara acababa de cumplir 30 años y no podía entender cómo un niño como Miguel, porque Miguel era casi un niño, tenía apenas 18 años y acababa de ingresar en la Facultad de Medicina, ¿cómo era posible que hablara como hablaba?


-Eso me calienta, pensaba Zara, yo hace 10 años que me psicoanalizo con el Master y no puedo hablar como Miguel habla, después de haber tenido tres entrevistas con él.

Zara tratando de disuadirlo, le dice:

-Para mí, sería prueba suficiente de amor, amar a la mujer que amas.

-Bueno, eso para vos es muy sencillo, vos sos la mujer que amo, dijo Miguel sin entender.

-Estaba pensando, en el caso que te enamoraras de otra mujer, yo la amaría.

Zara, nunca sabremos, si a propósito o sin querer, le había dado a Miguel una idea que éste, evidentemente, no tenía:

Amar a dos mujeres, hacer el amor con las dos juntas.

Cuando siguió la conversación ya Miguel había crecido más de una década, entonces pudo preguntar a su vez:

-¿Y qué mujer te gusta tanto para amarla como me amas a mí?

Ella respondió rápidamente:
-Ninguna, ninguna..../...

lunes, 27 de mayo de 2013

EL OFICIO DE POETA


Envuelto en las brumas del tedioso vivir,
sólo la poesía me acompaña.

Cuando voy por la vida, Ella,
suele asombrarse de mi soledad.
Le digo que no importa,
en su presencia el mundo se detiene para mí,
el oro brilla para mí
las mujeres más altas bailan para mí,
los pájaros más nocturnos velan mi sueño.

Envuelto en los poderosos ruidos de la máquina
sólo su voz humana me acompaña.

Cuando hacemos el amor, Ella me reprocha,
amarla como si fuera única.
Le digo que no importa,
en su presencia el mundo detenido en mis manos
se abre para mí, lo múltiple se abre para mí,
añejas pasiones y amores venideros,
delirios y mujeres, se abren para mí,
diosas enamoradas y diademas, belleza embrutecida,
el aire se abre para mí, los espacios abiertos
donde nuestro gran sol es una estrella más.

Envuelto en las sutiles marañas del poder,
toda la vida es Ella.

Cuando Ella me encuentra en esa encrucijada,
donde yo mismo soy el amante de la muerte,
Ella baila desnuda para mí
y desnuda, despojada, también, del amor,
dispara sobre mí para que no muera,
un millón de palabras en libertad.
Le digo que no importa,
en su presencia danzarina, la muerte deja de brillar,
tiemblan los cementerios,
se abren los corazones profundos de la tierra,
la vida nace por doquier
y el frenesí es color, vértigo, duda,
danza de la alegría sin escrúpulos,
alegría en plena libertad,
muerte de la muerte.

Miguel Oscar Menassa
De "El amor existe y la libertad", 1984

viernes, 24 de mayo de 2013

¿GRUPO O ESCUELA? ¿GRUPO Y ESCUELA? (Fragmento)


 Si un intento de discusión moderna es entre la obscenidad (fuera de escena) imaginaria de los grupos y la fina pulcritud de las instituciones denominadas escuelas, yo que conozco la delicada hebra permanente de obscenidad que cruza toda escuela, ya que dirijo una y que, por otra parte, conozco la blanca capacidad creadora que cruza todo grupo en tanto lo soy, algo tendré para decir. Y eso que tengo para decir es muy sencillo ya que en realidad, como ocurre en la tragedia y la comedia, uno no es sin lo otro.

Hay un marxista en mí que hay que buscarlo, es decir, que cuando se trata del marxismo la interrogación se juega a nivel de una investigación científica.

Hay un poeta en mí que se muestra, esto quiere decir que es la obra poética la que va produciendo al poeta.

Y en mí, aún, hay un psicoanalista que no es, quiere decir que no se trata de un ser, sino de una posición en el discurso psicoanalítico. Me propongo como portavoz de esa triple articulación, combinatoria que reúne las palabras necesarias para intentar una transformación.

Quiero decir, un coordinador es una construcción, en este caso, esa triple articulación de investigación, arte y ciencia, propuesta para la transformación, en tanto es en el movimiento de las transformaciones donde se produce la creación científica o artística.

Goethe nos dice que la gente se había olvidado que la ciencia se originó en la poesía. La poesía, el arte en general, tiende a crear lo nuevo que luego la ciencia tiende a probar.

Instrumentos de labranza y claro está que pido autorización para llamar así a estos sucesos del pensamiento. Y sintiéndome autorizado por mi frase anterior, instrumentos de labranza que en su acción transformadora incluyen al sujeto en la transformación, ya que actúan sobre lo que al sujeto determina. Puesta en acto de una temporalidad que se juega en otra escena donde el sujeto es pura determinación de dos invariantes sistémicas del orden del conocimiento (la determinación psíquica y la determinación social o también llamada de clase) y una imposición variable del orden del saber inconsciente: la ideología.

Y no quisiera llamar la atención con mis explicaciones, pero ahora digo que el psicoanalista que no es en mí, habrá de ocuparse de lo que casi no es (el inconsciente) y, sin embargo, sobredetermina el devenir del sujeto psíquico.

Que el marxista que se debe buscar en mí para que lo tenga, se trata de nuevas formas de aproximación a los textos y a las rea-lidades producidas por esos textos, que nos permitan pensar algún grado de libertad para el hombre futuro.

Y el poeta que se muestra en mí, esa es la novedad que quiero presentarles, ya que la poesía como productora de advenimientos puede llevarnos al centro mismo del mecanismo de acción de los modelos ideológicos (que el psicoanálisis muestra su existencia como inconscientes) y a la vez la poesía nos acerca un modo de lectura de los fundamentos inconscientes de la ideología: forma de vivir de los ciudadanos, forma de pensar, de amar, de maldecir de los gobernantes.

Y cuando hablo de poesía no hablo de versitos. Nada de versitos, la poesía es una manera fuerte de estar en la vida, la poesía se encarga de contarle al mundo futuro, a otros mundos, lo que fue, lo que será. Así que nada de versitos, dura roca indeleble, historia material del acontecer terráqueo.

Y aquí entra la cuestión de lo grupal, pues no es posible la articulación de ningún nuevo pensamiento ni ningún pasaje a la práctica transformadora, fuera del tiempo grupal."

Miguel Oscar  Menassa

jueves, 23 de mayo de 2013

Amor perdido. Los indios

V
Hoy quiero hablar de la soberbia del indio americano.
Lágrima que para pedir piedad no ha sido derramada.
Hoy quisiera ser yo que, al escribir, llore ese pedido,
cuando los salvajes recuerdos de mi vida me detienen.
Cualquiera de los jefes diría, sabiamente,
que si hay una lágrima todavía escondida,
una lágrima guardada durante cinco siglos,
pequeña lágrima que, todavía, es nuestra.
Si esa lágrima existe, debe quedarse donde está,
allí, guardada, escondida, esperando el momento,
esperando los truenos, la expansión de la selva.
Esa perla del alma, esa lágrima nuestra,
debe esperar del alba, antes de derramarse,
los gritos enloquecidos de Dios arrepentido.
 
Miguel Oscar Menassa
De "Amores perdidos", 1995
 

miércoles, 22 de mayo de 2013

CARNAVAL 2004 EN MADRID


Somos la tercera edad
y queremos reventar,
de una vez para siempre,
el régimen militar
que nos están preparando
para vivir la vejez.
Hemos descubierto
que nos quieren liquidar,
no tanto porque nos odien
sino porque no habrá pan.
Queremos hacer saber
a los señores ministros
que pan ya hemos conseguido,
y es por eso que venimos
para pedir LIBERTAD.
Libertad sobre los árboles,
en lo alto de las olas,
libertad bajo los pies
de una delicada tarde.
Libertad para el amor
hasta los ciento cuarenta,
y jubilación queremos
después de cumplir los cien.
Señores del Gobierno
y juventud adorada,
escuchad al Viejo Gris
que os dirá una verdad:
Si no nos dan pelota
y la vejez no mejora,
en menos de quince años
tomaremos el poder.
El dinero de Defensa
irá todo a la salud,
y para la educación
cobraremos un impuesto
a todos los ciudadanos
hasta que cumplan cien años.
Y si alguien me pregunta
¿quién cuidará la frontera
cuando venga el invasor?
Pondremos en la frontera
un cantor y sus amores,
que con su canto podrá
con los perros invasores.
Dejaremos funcionando
la cárcel y los hospicios
para que dejen entrar
a los actuales ministros
con el Presi a la cabeza
y su delirio especial,
de creerse con firmeza
que el mundo le pertenece
y que puede hacerlo todo
casado con Jorge Bus.
No, no, no,
esta vez no pasarán,
a la vejez nunca más
un goce le quitarán.
Y dentro de 2.000 años
el mundo reconocerá
que estos viejos gozadores
salvaron la humanidad.
Dieron de comer al pobre,
educaron a los niños,
su lugar a las mujeres
y los viejos al poder.
Pondremos los cuadros
en el supermercado
y los museos serán
las escuelas del Estado.
Todo el mundo estudiará
pintura y declamación,
para que los ciudadanos
decoren su habitación.
Y cantando una opereta
o taconeando una jota,
podremos tocar un tango
y llorar con el violín.

Dejaremos que los amantes
inventen sus propias leyes
para convivir mejor
y, si no pueden siquiera
respetar su propia ley,
cortaremos el suministro
de tanta libertad
y los enviaremos
a la primera escolaridad,
para ver si esta vez
podemos enseñar
a hombres y mujeres
a vivir un poco más.
Miguel Oscar Menassa
De "Carnaval de la tercera edad", 2011

sábado, 18 de mayo de 2013

Remotamente, como una historia de viejos fantasmas


 Remotamente, como una historia de viejos fantasmas,
 me veo de rodillas. Mis manos en perfecta supinación,
 tus ojos sobre mi nuca abierta a tus deseos claros.
 Mi vientre retorciéndose de asco por pedir ese amor.
 Remotamente, como una historia del hombre primitivo,
 recuerdo tu aristocrática locura atada a mi bragueta,
 tus besos de mujer educada, tus besos de señora culta,
 en tropel, alcanzan la dimensión oculta de mis tetas.
 No ya en el tiempo, sino en los sueños donde el tiempo,
 moría irremediablemente atacado de golpes de ternura.
 Te amé, lo reconozco, con furia y con dolor. Te amé,
 arrancando de la feroz humillación, tenues sonidos.

Miguel Oscar Menassa
De "Poemas y cartas a mi amante loca joven poeta psicoanalista, 1987

jueves, 16 de mayo de 2013

EN EL INTENTO



 En el intento de darte todas las horas
partí las horas en mil pedazos para darte más
abrí el corazón del tiempo y lo hice caricia
mueca de luz para tus ojos, mi pequeña agonía.

Caminé, como un poseído, todos los caminos
sin contar los pasos, sin soñar ningún sueño
porque todo era para provocar una sonrisa,
... un tajo feliz sobre la cara sombría del amor.

Y tú a veces reías y contabas para mi bien
besos enormes que te daba mientras dormías
caricias embriagadas, torpe sudor insondable.

Y en tus frágiles sueños yo era un caminante,
alguien que no llegaría nunca a sitio alguno,
algún amante sin cuentas, un collar invisible.

Miguel Oscar Menassa
De "Al sur de Europa", 2002

jueves, 9 de mayo de 2013

CONSEJO I


No te detengas
lo que nada lo puede
lo podrá tu amor
lo que no puede tu amor
lo podrá tu deseo.

Y si tu amor y tu deseo no pueden
el estallido debe haberse producido
seguramente en tu corazón, en tu cabeza.

Repliégate.
Húndete en el mar.

Miguel Oscar Menassa
De "Yo pecador", 1975

CONSEJO II


No hay que temer: el mar es para todos.
En marea alta dejarse llevar
no hacer movimientos contradictorios.
En marea baja dejar librado todo a la imaginación.

Es necesario que el mar
sea navegable en todos los casos.

Miguel Oscar Menassa
De "Yo pecador", 1975

CONSEJO III



Cuando llueve
hay que tener cuidado con los ángeles.
Suelen caer pesadamente sobre nosotros
cuando mojan sus alas.

No hay que tener piedad.

Uno solo de ellos
puede alegrarnos la vida para siempre.

Miguel Oscar Menassa
De "Yo pecador", 1975

lunes, 6 de mayo de 2013

Querida:
A veces, tu egoísmo me parte el corazón y, sin embargo, sigo ambicionando esta maravillosa, a mi entender, conversación contigo, aunque para que eso sea posible, yo tenga que llegar al borde mismo de la soledad.
A veces, quiero decirte, te veo más obligada que apasionada. Como si nuestra conversación fuese un paso necesario, obligatorio para tu vida y no una terrible, tremenda decisión.
A pesar de haber clamado con todas tus fuerzas por una situación semejante a la que estamos construyendo, ahora, te pasa como si no pudieras soportar bien la cristalización de tus propios deseos.
Tu destino antes de conocerme estaba sellado.
Un día después de muchos intentos, lograrías enamorarte de un hombre y ese mismo hombre, propiamente enamorado de vos, te mataría.
Quiero decirle, que usted sabe que de mí puede enamorarse sin temores. Soy el hambre que ha decidido no matar. Ahora, claro está, usted, para que nuestro amor sea posible, tiene que abandonar la idea de suicidarse entre mis brazos.
Salvados estos deseos absurdos de matarte y matarte, la conversación podría llegar hasta el mismo centro de la filosofía.
Quiero decirle que tendremos tiempo para todo.
Nos pasaremos dando vueltas alrededor de lo mismo durante largos años, hasta que un día la luz ilumine tus ojos y cierre los ojos de tu madre, mis ojos, para siempre. Mis ojos, aquellos ojos inmensamente abiertos, escrutadores y felinos, ¿ te imaginas? , cerrados para siempre.
Para que tú puedas volar, querida, el universo se quedará sin una luz.
No blasfemes, mi amor, no blasfemes, contra esta virtud inmaculada que te ofrezco. Aprieta contra mis palabras tus últimas esperanzas. Vamos a saltar hacia adelante, hacia un futuro que el hombre en general, todavía, no puede.
Todo circula a velocidades más allá del sol. Un mundo donde todo retrocede, porque más allá, sólo el vacío negro del sol agonizando.
   
Un mundo, querida, donde todo el pasado se hace carne viviente, ¿te das cuenta? ,un mundo donde los viejos amores vengan constantemente a instalarse en nosotros, donde nos persiguen los viejos fantasmas, donde la vieja humanidad nos sobrecoge cada vez. Un mundo, querida, donde nadie podrá perder sus sentidos, porque los sentidos ya fueron perdidos.
 
Miguel Oscar Menassa
De "Poemas y cartas a mi amante loca joven poeta psicoanalista", 1987