miércoles, 2 de febrero de 2011

DEMONIO DE LA SOLEDAD

Y fue mi cuerpo fin y destino de mis manos
y el pasto fue marrón.
Heladas piedras
cayeron sin piedad sobre mi piel de niño
y los demonios de la verdad
anunciaron la muerte.

Miguel Oscar Menassa
De "Invocaciones", 1978

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