sábado, 1 de septiembre de 2012

RECUERDO LA ÚLTIMA VEZ

Las caderas
estallaban una contra otra
y al final
fue el silencio.

Después
vinieron las rampantes
acacias de la noche
a dibujar los sueños.

Fiebres
besos haciendo llamas
y el impenetrable
murmullo del silencio.

Terquedades efímeras
caprichos pasajeros
vergüenzas del soñar
y comenzamos a vivir.

Vuelvo para decirte
que la vida
fue esa dureza entre nosotros.

Miguel Oscar Menassa
De "La poesía y yo", 2000

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