Adiós, pues el poeta ha de seguir viajando.
y si mi amor os desgarra al romperse,
ese es el sonido, fuerte, de la libertad,
ruido de cadenas haciéndose pedazos.
Adiós, pues ya he estado aquí, en mi sitio.
Y os entregué mi amor, mi cuerpo hecho pedazos,
la voz clarividente de mis versos
y esa mirada mía, abierta al universo.
Adiós, pues el poeta ha de seguir viajando
y como alguien me ha amado en este pueblo
y como alguien, seguramente, alguno me ha mirado,
no lo pienso más, antes de irme,
antes de comenzar la nueva travesía,
toco esos labios, beso esa soledad.
Miguel Oscar Menassa
De "La patria del poeta", 1991
sábado, 24 de abril de 2010
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la soledad lo es todo, sin ella todo es imposible
ResponderEliminarmis respetos, miguel