jueves, 8 de abril de 2010

Amor perdido. La juventud

VIII

Algo te odio aunque me quieras, no puedo remediarlo,
son los años pasados, una ley propia de la vida,
la tibia envidia de verte más allá, viviendo,
la cárcel de pagar tu crecimiento, amar tus triunfos.

Todo ha de ser mejor así, tú vivo y yo muerto,
pero antes de que todo acontezca, puedo soñar ,
abrirme, sinceramente, a la venganza, al odio,
al vértigo de sentirme inmortal antes que tú.

Después, también, así lo entiendo, vivo en tus hijos,
nueva juventud desesperada y quieta, llena de bríos,
ambiciosa certeza de que mi sangre, mi propia sangre,
se abre silenciosa a los nuevos caminos de las horas.

Y así, en la inmensidad, tan vivo al igual que muerto,
algo te odio aunque me quieras, sin poder remediarlo.

Espero que comprendas la extrema lujuria de mi canto,
voy a morirme y mi enorme deseo, es quedarme a vivir,
entre tus juventudes, entre los nuevos cantos al aire,
entre los nudos de no saber si habrá una muerte digna.


Miguel Oscar Menassa
De "Amores perdidos"

No hay comentarios:

Publicar un comentario