domingo, 29 de diciembre de 2019

POEMA II


Tratar a la mujer de uno como si fuera un animal salvaje
Caminar al lado de la bella Olga
la que codician y aman en secreto
la que tiene en la cara el sol de la llanura
y en su sexo
un corazón ardiente y luminoso
                                            llama de amor.
Que sepa que sabemos que ella desea el universo
Carne sumisa al placer y a mi carne y donde todo sería
                                                        [insuficiente.
Violentemos su ceguera
abramos sus ojos a nuestro cuerpo
como cuando los días de las grandes pasiones en viejas
                                                                                  [posadas
donde mujeres extranjeras hacían de nuestro cuerpo
la fuente de la juventud.
Digamos frente a ella las palabras de la incertidumbre.
Te amo y amo al mundo.
Deseo los colores.
Amo las plantas verdes de savia en el verano
y en las tardes de otoño, extraño con dolor,
el brasero de amor con que mi madre
calentó nuestro cuerpo.
Te amo y estoy enamorado de mis versos y amo de vos
precisamente
                 tu sexo femenino
                                         tu cara de mujer.

Miguel Oscar Menassa
De "Yo pecador", 1976

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