lunes, 18 de enero de 2016

AMOR PERDIDO. LA JUVENTUD - XII


Cuando te miro,
veo detrás de ti,
me dijo ella sin pensarlo
y cuanto más te miro
veo más lejos.
Si te quedaras quieto para siempre,
vería hasta el confín,
vería al hombre nuevo,
nacer en la distancia.
Moví mis ojos,
de un lado para otro
y en cada movimiento,
ella desesperaba más y más.
Salté sobre mis ojos,
corrí por los suburbios de mi piel, para dejarla ciega.
Ella me dijo, tranquilamente,
sin mirarme:
cuando te toco,
siento que el Universo se parte,
para nacer a la distancia
y sus palabras, sin más,
sus sentimientos,
aquietaban mi espíritu,
paralizaban, sencillamente,
mis movimientos,
dejaban mi piel,
abierta,
extendida en sus ojos.

Miguel Oscar Menassa
De "Amores perdidos"

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