Intelectual, sin clase definible,
abierto a la sospecha de las horas,
obrero de la nada, patrón del tiempo,
inefable poeta del amor y la muerte.
No vengo, por ventura, buscando nada.
Ni las ondas malignas de nostalgia.
Ni el corazón sangrante de un poema.
Ni el fugitivo dinero, ni personas.
Estoy aquí por los olores del viento.
Por la penetrante caricia de las olas.
Por palpitantes estrofas, por palabras.
Por palabras dispersas sobre todo el océano,
por un océano frío, abierto en mi garganta,
por esas perlas negras arrancadas del alma.
Miguel Oscar Menassa
De "Poemas y cartas a mi amante loca joven poeta psicoanalista", 1987
martes, 13 de diciembre de 2011
Intelectual sin clase definible
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