martes, 31 de julio de 2012

LA MUJER Y YO

42
Cuando las diferencias son radicales,
eso quiere decir
que somos diferentes desde la raíz.
Nuestras diferencias formales son,
en realidad, diferencias estructurales.
(Cuando ella le hablaba así a otra mujer
yo temblaba, o la quería matar o la amaba
y las dos cosas eran terribles para mí).
No es, querida, que no me guste
el tono del color de tu vestido
es que yo, jamás, me pondría una cosa así.

No te pondrías nunca una cosa así
pero bien que lo follaste a Pepe.
¿Y eso qué tiene que ver?
Nada, pero ahí se muestra tu confusión,
vestidos baratos no, pero hombres baratos sí.
Yo no te dije que tu vestido era barato,
te dije que era de muy mal gusto.
Yo tengo mal gusto, yo tengo mal gusto
pero bien que te lo follaste a Pepe.
Pero eso ¿qué tiene que ver con tus vestidos?
Nada, sólo que Pepe es mi marido,
y como vio que la otra un poco se sonrojaba
agregó, ¿te parezco muy moderna, no?
No, ¿tú moderna ? No, Pepe hijo de puta.
¿Estás celosa? Si la mujer de Pepe soy yo.
Tú tendrás los papeles en regla
pero yo lo amo y mi amor por él
no hay papel que me lo pueda quitar,
aunque lo mates yo lo seguiré amando,
para mí y para todas mis amigas,
Pepe será tu marido pero es mi hombre.

Y tú ¿qué le dijiste? pregunté, creo que ansioso.

Nada, no le dije nada, pensé
que a mí me había pasado lo mismo
con otro hombre y su mujer.
Nada, no dije nada, la dejé soñando
y me fui a casa a dormir con Pepe.

¿Y a él, tampoco le dijiste nada?

¿Decirle a Pepe? Nada, pero a la noche,
haciendo el amor, sentí que ella
estaba con nosotros y yo, gocé más
pero no dije nada y a Pepe tampoco.

Miguel Oscar Menassa
De "La mujer y yo", 2003

sábado, 28 de julio de 2012

Recital poético

Miguel Oscar Menassa
"Poemas Postergados"
Sábado, 28 de julio de 2012 a las 20h
Grupo Cero
c/Duque de Osuna, 4 - locales (
Madrid)
Online: http://www.grupocero.tv/
Entrada gratuida

martes, 24 de julio de 2012

Jubilación

Poema Jubilación de Miguel Oscar Menassa, recitado por el autor  acompañado al piano por Carlos Rodríguez

http://www.youtube.com/watch?v=Rfgt6Pcp8k0&feature=related

TEATRO LOPE DE VEGA de CHINCHÓN- Recital de Miguel Oscar Menassa, candidato a Premio Nobel de Literatura 2010- Sábado 19 de junio de 2010

TODO RUIDO ME RECUERDA EL PASADO

Guitarras rasgadas con odio.
Balas disparadas con odio.
Tambores de locura.
Rauda armonía de la muerte
estás aquí
te siento
en el intenso
calor de mis ojos
detenida
casi sin deseos
atareada
como confundida
por mi manera de vivir.

Miguel Oscar Menassa
De "La poesía y yo", 2000

lunes, 23 de julio de 2012

29 de octubre de 1976, Madrid

La verdad no acecha por ningún lado, será necesario construirla.

Vengo de la loca llanura
                                    donde mi alma
tuvo que practicar el vuelo de los pájaros,
para sobrevivir.

Vengo de la tibieza de su aliento en la nieve.
Soy,
el último deshielo,
la última primavera sobre el mundo.

Venimos del sur,
                        somos los mejores,
alondras acostumbradas al hambre y al frío,
a las bajas pasiones,
al tiempo que nos queda por vivir,
                                                  tiempo de primavera.

Recital de poesía de Miguel Oscar Menassa
"Poemas Postergados"

Sábado, 28 de julio de 2012 a las 20h
Entrada gratuita

Grupo Cero (c/Duque de Osuna, 4 - Madrid)
Por internet: www.grupocero.tv

jueves, 19 de julio de 2012

EL PUNTO EN LA GUERRA

El punto en la guerra lo pone el que pierde.

Es decir, en toda guerra hay alguien que se rinde, eso es lo que pone punto final a una guerra, que haya un perdedor.

¡Viste el clamor del pueblo!
Después murieron todos.

miércoles, 11 de julio de 2012

Ahora andarán diciendo

Viérnes, 13 de julio de 2012
a las 20,30h
Fundación Progreso y Cultura
c/Maldonado, 53 - Madrid
Entrada gratuita

sábado, 7 de julio de 2012

LA VIDA


Soy,
   lo que se dice,
      un hombre aniquilado por los papeles.
Mi vida va pasando,
   entre leves escrituras,
      leves trámites burocráticos.
         Mi vida,
va pasando con el tiempo.
   comer.
      Dormir.
Desesperarme alguna que otra vez por el amor.
Ir huyendo de a poco de la vida,
   temer de todo.
      Del ronco aliento del mar,
de las poderosas letras de la máquina.
   De mis palabras
      y de tus besos mi amor,
         tus besos,
tu boca abierta,
   incansable y abierta,
      manantial,
         agua fresca,
            tus besos.
Te confieso:
   ser,
      quise ser,
         un hombre normal.
            Todo me salió mal,
y tengo miedo que la justicia se dé cuenta que poseo,
los últimos secretos del amor.
   Las bombas contra las bombas.
Cada palabra contra cada palabra:
   Soy inmune,
      heterosexual
         y poeta.

Lo reconozco,
   no soy moderno.
      A veces,
         siento mi cuerpo despedazado y loco,
un cuerpo sin razón,
   sin límites precisos.
      En esos instantes,
         amo todos los cuerpos.
En esos instantes,
   mejor es dejarse llevar,
      ir olvidándose de todo.
Vivir no es fácil,
   a veces una ráfaga infernal se lleva todo por delante,
a veces ocurre,
   fatal e inevitable,
      la torpeza.
         A veces el amor,
roza sin par,
   la algarabía por vivir.
      Tardes y noches y soledades,
apretujándose unas contra otras,
   para ser,
      instante único,
         vuelo final.

A veces entre sueños,
   conquisto mi libertad.
      Ajada y vieja libertad,
pintarrajeada
   y vestida con sedas para la fiesta,
      descansa,
ahora sobre mi lecho,
   entre mis genitales.
      Necesitaba,
un poco de amor,
   se parece a la muerte.
Y si canto por las mañanas,
   será tal vez,
      que el mundo es agradable,
vivir,
   ameno,
comerse una ciruela en pleno verano,
   fresco.
Hacer el amor,
   entretenido.
      Morir,
         natural,
            y todo en perfecto orden,
como ustedes pueden imaginarse,
   un hombre,
      totalmente encaminado,
un hombre serio,
   respetado,
      un muerto en vida.
Una palabra estampada hace siglos,
   una vejez permanente desde la infancia,
lo que se dice,
   -algunos libros escritos por algunos hombres-
el peso de la historia.
   Escribo por lo tanto,
      no para ser histórico,
sino más bien con el intento
   y no es poco decir,
de transformar el pequeño hombrecito,
   que nos permiten,
      las históricas leyes.

Insisto,
   algunos libros escritos,
      por algunos hombres.
Para empezar,
quiero empezar por el principio:
Vivir,
   no es,
      eso que usted tanto defiente.
         Eso,
que usted argumenta con tanta pasión,
que no se lo permiten,
eso,
eso es morir.
   Vivir,
      es siempre,
         una pasión contra uno mismo.
Un levantarse todas las mañanas,
   terco,
      empecinado,
         voluptuoso,
            contra el día anterior.
Contra mi propia manera de ser,
   contra mi famosa personalidad,
      mis ritos.
Vivir,
   os digo,
      una flor que se abre,
         cada mañana,
            diferente.
Cada mañana
   un movimiento nuevo para el amor,
cada mañana
   una circulación diferente.
      La familia no existe.
Mi madre,
   también es una historia.
      Mi padre,
         esas palabras,
            otros padres.

Vendavales de furia,
   orgías de locas enredaderas,
creciendo hacia lo alto,
   hacia la nada,
      embriagan mi ser.
Me recuerdan,
   la primitiva ceguera donde el hombre,
pequeño y despiadado animal,
   mataba para comer.
Os digo:
   el amor,
      es lo que vive en el propio centro de las tripas,
el resto,
   enseñanzas de la primera escolaridad,
aquel inolvidable padre nuestro,
   rezado,
en brazos de mi madre,
   chupándole las tetas.
En el amor,
   nadie entrega,
      y nadie recibe nada.
         Todo es invisible,
maceración sin huellas,
   sangre olvidada,
      en el amor,
el crimen es perfecto.
   Limpio.
      Inolvidable
         y no,
por la algarabía de su reinado que no existe,
   sino más bien,
por el olor,
   el simple olor de carne humana,
      madura.
Fui,
   la fuga fugaz.
      Una ilusión,
         poder partir,
            alejarse del mundo.
Sólo entre los recuerdos
   y algunas relaciones familiares,
conquisté el universo.
   Todo lujuria y vértigo,
      todo palabra.
Grandes espejos, disfrazados de conchas marinas,
mostraban entre sus valvas abiertas desmesuradamente,
   el ojo,
violento del amor,
   clavado en mi mirada.
      Y todo era luz,
ceguera y luz.
   Estábamos,
      lo recuerdo,
tomados de la mano,
   extendidos sobre la arena,
      muertos.
Vendrán tiempos,
   donde no habrá precisamente,
      ni furia,
         ni sonido.
Y te lo prometo,
   en un tiempo más,
      los niños y los poetas,
         cagarán en el baño.
Y los ruidos orgánicos,
   por decreto,
cambiarán sus sórdidos sonidos de cloacas,
   por música de Bach.

Compuestos y almidonados,
   con el pene,
      -planchado por mi madre-
de los días domingos,
   haremos el amor.
      Y habrá fiesta,
en el corazón sublime de la esperanza,
   y ese día,
      nos miraremos a los ojos.
Y mi cuerpo tendrá la arrogancia,
   de saberme un hombre de bien,
y recitándote al oído,
   mi último poema,
      “el amor existe”
hago estallar,
   precisamente a media-noche,
      tu culo,
         en mil fragmentos ambarinos,
            catarata de amor,
aguas dulces del orinoco sobre el mundo,
   entre tus blasfemias.

De mi padre,
   soy lo más brusco,
      quiero decir,
         lo permanente.
Varias mujeres,
   hacen la mujer.
      Varios hombres,
         la guerra.
Una manera de decir,
   los encuentros son raros,
las dimensiones incomparables.
   Un hombre,
      Una mujer,
son,
   quiero decirlo,
      el borde de un abismo,
         todavía prohibido.
De mi madre,
   soy,
      todo lo que vuela.
         Lo que desaparece.
El milenario rimmel,
   negro en sus ojos.
      El carmín,
         en sus labios,
y el frenético temblor de sus tetas frente a mi sonrisa,
   de niño enamorado,
amante de la libertad,
   contaba empecinadamente el tiempo de su cautiverio.
Reloj de sangre.

Miguel Oscar Menassa
¿Perversión? o ¿La muerte de la palabra? y Psicoanálisis del Amor”, 1970
"Psicoanálisis del Amor”, 1994

lunes, 2 de julio de 2012

Nada era tan terrible y tan maravilloso

Nada era tan terrible y tan maravilloso.
Morir en tus brazos los días de fiesta.
Entre finos alcoholes y sedas estridentes
todo ardor, se desprendía de tus labios.

Al crepitar salvaje de fuegos interiores,
pequeñas bestias encadenadas al amor,
tigres de una llanura incuestionable
nos hundíamos, ciegos, en la danza.

No eran movimientos lo que producíamos.
Eran catástrofes, cataclismos inesperados y abiertos,
violentos sacudimientos para iniciar las ceremonias.

Fiesta se llamaba a ese ir y venir de la locura,
al desgarrarse alcohólico de las sedas.
Un poema, escrito en libertad, era la fiesta.

Miguel Oscar Menassa
De "Poemas y cartas a mi amante loca joven poeta psicoanalista", 1987

domingo, 1 de julio de 2012

ALTERADA MI VEJEZ POR TU CANTO


 
Alterada mi vejez por tu canto
recuerdos de tu cuerpo hablan por mí.
Antiguos matices de libertad,
algo en nosotros vibra de pasado.

Envuelto en delicadas hojas vírgenes,
en silenciosos pergaminos de la nada.
Te escribo al estilo de los grandes poetas:
fui para vos el más infernal de los amantes.
 
Nada en mí cantaba si no era por tu cuerpo
o partes de tu cuerpo o cuerpos de tus ojos,
eso cantaba en mí, amor, bajo tu canto.
 
Después caprichos y locuras se llevaron el alma.
El cuerpo enloquecido fue creciendo voraz y
nos comimos, en silencio, todas las palabras.

Miguel Oscar Menassa
De "La patria del poeta", 1991