viernes, 24 de mayo de 2013
¿GRUPO O ESCUELA? ¿GRUPO Y ESCUELA? (Fragmento)
Si un intento de discusión moderna es entre la obscenidad (fuera de escena) imaginaria de los grupos y la fina pulcritud de las instituciones denominadas escuelas, yo que conozco la delicada hebra permanente de obscenidad que cruza toda escuela, ya que dirijo una y que, por otra parte, conozco la blanca capacidad creadora que cruza todo grupo en tanto lo soy, algo tendré para decir. Y eso que tengo para decir es muy sencillo ya que en realidad, como ocurre en la tragedia y la comedia, uno no es sin lo otro.
Hay un marxista en mí que hay que buscarlo, es decir, que cuando se trata del marxismo la interrogación se juega a nivel de una investigación científica.
Hay un poeta en mí que se muestra, esto quiere decir que es la obra poética la que va produciendo al poeta.
Y en mí, aún, hay un psicoanalista que no es, quiere decir que no se trata de un ser, sino de una posición en el discurso psicoanalítico. Me propongo como portavoz de esa triple articulación, combinatoria que reúne las palabras necesarias para intentar una transformación.
Quiero decir, un coordinador es una construcción, en este caso, esa triple articulación de investigación, arte y ciencia, propuesta para la transformación, en tanto es en el movimiento de las transformaciones donde se produce la creación científica o artística.
Goethe nos dice que la gente se había olvidado que la ciencia se originó en la poesía. La poesía, el arte en general, tiende a crear lo nuevo que luego la ciencia tiende a probar.
Instrumentos de labranza y claro está que pido autorización para llamar así a estos sucesos del pensamiento. Y sintiéndome autorizado por mi frase anterior, instrumentos de labranza que en su acción transformadora incluyen al sujeto en la transformación, ya que actúan sobre lo que al sujeto determina. Puesta en acto de una temporalidad que se juega en otra escena donde el sujeto es pura determinación de dos invariantes sistémicas del orden del conocimiento (la determinación psíquica y la determinación social o también llamada de clase) y una imposición variable del orden del saber inconsciente: la ideología.
Y no quisiera llamar la atención con mis explicaciones, pero ahora digo que el psicoanalista que no es en mí, habrá de ocuparse de lo que casi no es (el inconsciente) y, sin embargo, sobredetermina el devenir del sujeto psíquico.
Que el marxista que se debe buscar en mí para que lo tenga, se trata de nuevas formas de aproximación a los textos y a las rea-lidades producidas por esos textos, que nos permitan pensar algún grado de libertad para el hombre futuro.
Y el poeta que se muestra en mí, esa es la novedad que quiero presentarles, ya que la poesía como productora de advenimientos puede llevarnos al centro mismo del mecanismo de acción de los modelos ideológicos (que el psicoanálisis muestra su existencia como inconscientes) y a la vez la poesía nos acerca un modo de lectura de los fundamentos inconscientes de la ideología: forma de vivir de los ciudadanos, forma de pensar, de amar, de maldecir de los gobernantes.
Y cuando hablo de poesía no hablo de versitos. Nada de versitos, la poesía es una manera fuerte de estar en la vida, la poesía se encarga de contarle al mundo futuro, a otros mundos, lo que fue, lo que será. Así que nada de versitos, dura roca indeleble, historia material del acontecer terráqueo.
Y aquí entra la cuestión de lo grupal, pues no es posible la articulación de ningún nuevo pensamiento ni ningún pasaje a la práctica transformadora, fuera del tiempo grupal."
Miguel Oscar Menassa
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