A veces te molestaba mi vejez,
mis pasos cansados, tangos tristes,
mi manera de contemplar la vida.
Corrías apresuradamente de un lado para otro,
pensando sólo en transformarte, en crecer,
aceleradamente, para ser viejo como yo.
En ese viaje de crecer para alcanzarme,
en una noche aciaga topaste con la muerte,
envejeciste de golpe, más que yo, me pasaste.
Miguel Oscar Menassa
De "Amores perdidos", 1995
miércoles, 1 de junio de 2011
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario