lunes, 9 de mayo de 2011

YO PECADOR IV

La higuera era el lugar de la sombra.
Hacíamos la vida
diciéndonos que éramos felices
mitad del tiempo sentados
a la sombra de la higuera.

Volví
cuando ganaba el cielo tu figura
una tarde en Pompeya.
El arma que te mató era blanca
vos no merecías otra cosa.

Me senté debajo de la higuera
y te llamé en voz alta.
Dijeron de mí
-cuando me arrastré palmo a palmo
en la época que florecían los malvones
y vos
solías esconderte cerca del horizonte-
que la locura
había anidado en mi corazón.

Miguel Oscar Menassa
De "Yo pecador", 1975

No hay comentarios:

Publicar un comentario