La predisposición a la perversión no es algo raro y especial,
sino una parte de la constitución llamada normal.
Sigmund Freud
I. Pienso, es decir, espero madre serena, que los pájaros comiencen a volar
en el momento preciso. Si espero, pasivo ser, me será dada el habla.
Si mi cuerpo recibe el mandato, seré sin más el canto de los pájaros.
II. ¿Perversión es las dos cachetadas que le pego a mi amada de las siete y treinta de la mañana para que desee mi muerte o perversión es las 7 y 30 de la mañana?
III. ¿Perversión será mi pene perforando los ojos de mi amada, o en el color de los ojos de mi amada está todo el secreto?
IV. Tengo todavía infinitos ejemplos para todo.
¿Retener o expulsar? ¿ Cuál de estas dos perversiones será aceptada en este caso?
V. Sé que mis ojos tienen ese brillo especial que te recuerda a tu hermano muerto.
¿Perversión o caridad? Que yo me sienta un poco El cuando estoy en tus brazos.
VI. Que tu vagina fuese de un color azul durante todo un año, nos divirtió mucho el verano pasado y sin embargo eran azules los ojos de mi amigo muerto. Donde mi amigo amaba de mí la inteligencia era en un mar azul, inmensamente azul.
Estuvo todo el año viviendo entre tus piernas, todo el año encontrándose conmigo en las profundidades de tu vagina azul.
Miguel Oscar Menassa
De "¿Perversión? o ¿La muerte de la palabra?
y Psicoanálisis del amor", 1970
sábado, 23 de abril de 2011
PROBLEMÁTICA INCIERTA O ALICIA EN EL PAÍS DE LAS MARAVILLAS
Etiquetas:
Miguel Oscar Menassa,
poesía,
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