Remotamente, como una historia de viejos fantasmas,
me veo de rodillas. Mis manos en perfecta supinación,
tus ojos sobre mi nuca abierta a tus deseos claros.
Mi vientre retorciéndose de asco por pedir ese amor.
Remotamente, como una historia del hombre primitivo,
recuerdo tu aristocrática locura atada a mi bragueta,
tus besos de mujer educada, tus besos de señora culta,
en tropel, alcanzan la dimensión oculta de mis tetas.
No ya en el tiempo, sino en los sueños donde el tiempo,
moría irremediablemente atacado de golpes de ternura.
Te amé, lo reconozco, con furia y con dolor. Te amé,
arrancando de la feroz humillación, tenues sonidos.
Miguel Oscar Menassa
De "Poemas y cartas a mi amante loca joven poeta psicoanalista"
recuerdo tu aristocrática locura atada a mi bragueta,
tus besos de mujer educada, tus besos de señora culta,
en tropel, alcanzan la dimensión oculta de mis tetas.
No ya en el tiempo, sino en los sueños donde el tiempo,
moría irremediablemente atacado de golpes de ternura.
Te amé, lo reconozco, con furia y con dolor. Te amé,
arrancando de la feroz humillación, tenues sonidos.
Miguel Oscar Menassa
De "Poemas y cartas a mi amante loca joven poeta psicoanalista"
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