Perfume violento de ópalo, nevado sal.
Verde mica astillada entre mis labios.
Madre y piel.
Ombligo, sangrante manantial,
punto sagrado del recuerdo.
Fui tu cuerpo creciendo,
al ritmo de tus sangrantes líquidos.
Perfumadas linfas para mi sed primera.
Sed de mares olímpicos.
Sed.
Miguel Oscar Menassa
De "Poemas y cartas a mi amante loca joven poeta psicoanalista", 1987
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Es un poema de amor bellísimo!
ResponderEliminar