Antes de ser color
entre tus brazos
era luz.
Cuando muera
no toquéis mi cuerpo
aseguro
volver al día siguiente
magnolia destrozada.
Crecía
inexplicablemente
hacia el olvido.
Ella y él
habían decidido que yo
fuera el nombre del silencio.
Acantilada luz
roja serpiente enamorada
encerrada en sí misma
fui creciendo
hacia adentro
hacia abajo
hacia la perfecta
oscuridad lumínica.
Miguel Oscar Menassa
De "La poesía y yo", 2000
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