1
No me hagáis correr vuestras carreras
ni me hagáis volar en vuestros vuelos
ni me hagáis hacer vuestros trabajos
ni, tampoco, amar vuestros amores.
Yo, hijos míos, con pasión,
os transporté volando,
siempre, a vuestro lado,
desde los confines quietos de la familia
hasta las puertas en libertad del mundo.
Ahora comienza vuestro viaje
y, si os dejo partir sin acompañaros,
es porque yo tengo mi propio viaje.
Debo poner, al camino que construí
con mi propia vida y escribiendo,
mi nombre, mi apellido, mis marcas,
mis señas personales, que son la poesía.
2
En el camino encontraréis el oro y la pobreza,
los precipicios hondos y las grandes llanuras.
Habrá en vuestros caminos, no lo dudéis,
emboscadas, traiciones, viles injusticias,
por eso
es conveniente viajar acompañado.
Y, cuando consigáis algo de pan, algo de dinero,
intentad repartirlo lo mejor posible entre todos.
Alguien que comió
y tiene dinero para el pan de mañana,
en algo se sentirá feliz y su trabajo
no será dirigido por el hambre o el odio
sino por el amor o por la libertad.
Miguel Oscar Menassa
De "La maestría y yo"
martes, 24 de marzo de 2015
INTRODUCCIÓN
Etiquetas:
amor,
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