domingo, 1 de diciembre de 2013

LA MUERTE ME ACOMPAÑA

          25 de Abril de 1982

Soy un gusano vil tratando
de arrancarse el pellejo
que por otra parte
todo el pellejo es él.

Cansado de bucear para adentro.
Inmóvil.
Apresado por la falta de cielo
de tanto bucear para abajo.

La ropa raída por las excavaciones
la vista cegada por el polvo marino
y las circunstancias.

Sé que otras injusticias
han caído sobre mis ojos
para cegarlos en mi ausencia.

Con los ojos raídos de no ver
con las manos atadas a la espalda
por las dictaduras.
Habitante del sur
tengo las piernas cortadas
por las democracias.

Así que ahora en un bar céntrico de Madrid
me sentaré y esperaré que todo se destruya.
Después elegiré entre los escombros
las piedras fundamentales de mis versos.

Comenzaré diciendo: Soy el Poeta.

Europa habrá de morir entre mis brazos
entre los sonidos
de mis pequeñas garras latinas.

A solas con la muerte
en la plena llanura nacarada
soy el jinete muerto que galopa y
el impacto fatal sobre el jinete.

Soy el caballo negro que galopa
y el mar abierto
a las latitudes de la locura
a lo simplemente desconocido.

Soy el vértigo de las palabras
que nunca me pertenecerán
y ella la que me acompaña
la muerte.

¿Qué quieren de nosotros?

Yo soy un gusano vil
y ella mi baba.
Arpegio
nota dejada de lado
y ella un territorio
donde sólo la muerte hace el amor.

Soy un artista
un hombre con sentimientos
flojos
intercambiables
afán de lo distinto
y ella es el arte
que al saberse superior
es indiferente a todo.
A veces vamos por la ciudad
como si Ella y yo
fuéramos el mundo.
Se dan cuenta
qué ferocidad raída
qué mirada ciega.

Y Ella me compra manzanas
y yo me las como
como si Ella  fuera mi madre.
Se dan cuenta
qué sagacidad
qué bruma.

Miguel Oscar Menassa
De "La poesía y yo", 2000

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