Hoy, encuentro en mi nuevo destino,
lo que ya otros hombres encontraron. ...
Grandes pasadizos, negruras y luces.
Confieso estar viviendo en plenitud,
cuando entrechoco aromas y vertientes
y, sin embargo, lo sé, para comenzar,
debo arrancar de cuajo todas las raíces
y no puedo, albergo en mi ser temores,
de soledad, de pequeños amores, falsos.
Vuelo, empecinadamente, por grandes cielos.
Repto, empecinadamente, por las alcantarillas.
Alcanzo de mi saber lo más puro y no basta.
Amo, claramente, mi ser entre montañas,
atesorado de máscaras y últimos misterios,
me decreto: soldado de lo que no se nota.
Miguel Oscar Menassa
De "Amores perdidos", 1995
lunes, 23 de septiembre de 2013
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