Hablaré de algo que conocemos todos, sin saber:
Cuando le quito mi amor es cuando más me ama.
Cuando ella sueña con otros es cuando la deseo.
Cuando estamos muy separados, estamos juntos.
Hoy soy el áspero sentido de los huecos.
Todavía, entre nosotros, amada, vive Dios.
Sus carnes esponjosas impiden que te bese.
Su boca plena a tu mirada no me deja gozar.
Alégrate muchacha, hoy no confieso nada,
sólo vengo a cantar lo ya sabido, lo inútil,
desesperados gestos de amor y tu belleza.
Nada diré de lo que nadie sabe, sin conocer.
Sólo hablaré de Dios, de Dios entre tus piernas,
adelantándose a tu goce, como si fuera de palabras.
Miguel Oscar Menassa
De “Poemas y cartas a mi amante loca joven poeta psicoanalista”, 1987
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