Contigo no he tenido ningún tipo de fantasía, sexual,
me dijo, tranquilamente, como si fuera nada lo que decía.
Cuando te sueño te veo vestido de mujer con calcetines negros
bailando un tango para mí, entre las ambiguas brumas de mi sexo.
Tu gusto por los amores salvajes, me fascina, de lejos.
Tus gritos de bestia encadenada, y sola, me duelen, de lejos.
Tus versos desesperados, desgarrados, dolientes, me tocan, de lejos.
Tus aullidos de tigre herido y viejo, me apasionan, de lejos.
Soy una gallega como dicen en tu patria, que no sabe amar.
Tengo novios, marido, amantes bisexuados y no me alcanza.
Me doy con todo, drogas, basuras, amores y no me alcanza.
Sufro toda la noche, de día, por la tarde, durante las comidas.
Déjame, hombre, no ves que en mi mirada quieta, España se pudre.
No vuelvas, no te quedes, no vueles, no caigas, ya nadie te amará.
Miguel Oscar Menassa
De "Un argentino en españa", 1987
miércoles, 22 de diciembre de 2010
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