martes, 11 de mayo de 2010
CANTO NOVENO
Preocupado,
sigo preocupado,
por el bienestar general
El cielo,
una atmósfera de litio enrarecida,
un canto de mal agüero
sobre la tibia llanura del pasado.
Ella y su rostro,
ahora,
contra el cielo.
Empobreciendo el sentido del universo,
acortando las distancias,
para saltar,
la muralla infranqueable.
Ella,
quiere cometer su pecado,
tener,
su crimen propio.
El nombre de su padre,
no le alcanza,
desea para ella,
junto a nosotros,
un porvenir,
ardiente,
ardiente y loco
y mortal-porvenir..
Se trata,
de la historia de siempre,
una historia de hambre.
Un,
quiero más,
infinito.
Un permanente y rebuscado dolor.
Me dejó de querer
por una tontería,
a causa,
de un arrebato de mi inteligencia
una mordaz inspiración.
Miguel Oscar Menassa
"Canto a nosotros mismos también somos América", 1978
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