martes, 10 de diciembre de 2024

EL OFICIO DE POETA

Envuelto en las brumas del tedioso vivir,
sólo la poesía me acompaña.

Cuando voy por la vida, Ella,
suele asombrarse de mi soledad.
Le digo que no importa,
en su presencia el mundo se detiene para mí,
el oro brilla para mí
las mujeres más altas bailan para mí,
los pájaros más nocturnos velan mi sueño.

Envuelto en los poderosos ruidos de la máquina
sólo su voz humana me acompaña.

Cuando hacemos el amor, Ella me reprocha,
amarla como si fuera única.
Le digo que no importa,
en su presencia el mundo detenido en mis manos 
se abre para mí, lo múltiple se abre para mí,
añejas pasiones y amores venideros, 
delirios y mujeres, se abren para mí, 
diosas enamoradas y diademas, belleza embrutecida,
el aire se abre para mí, los espacios abiertos 
donde nuestro gran sol es una estrella más.

Envuelto en las sutiles marañas del poder, 
toda la vida es Ella.

Cuando Ella me encuentra en esa encrucijada, 
donde yo mismo soy el amante de la muerte,
Ella baila desnuda para mí
y desnuda, despojada, también, del amor, 
dispara sobre mí para que no muera,
un millón de palabras en libertad.
Le digo que no importa,
en su presencia danzarina, la muerte deja de brillar,
tiemblan los cementerios,
se abren los corazones profundos de la tierra,
la vida nace por doquier
y el frenesí es color, vértigo, duda,
danza de la alegría sin escrúpulos,
alegría en plena libertad,
muerte de la muerte.

Miguel Oscar Menassa
Del libro El amor existe y la libertad

 

domingo, 8 de diciembre de 2024

Bujía supersónica de luz

Bujía supersónica de luz y misterio,
fui lanzado al espacio y sin saber por qué, caí en Madrid.
Al poco tiempo me dijeron de qué iba y yo lo supe todo.
¡Con tanta luz, aquí en Madrid, no se va a ningún lado!

Quise apagar los gritos que traía, de América, en mi vientre
y me estalló en el pecho el llanto desgarrado de los Andes,
la violencia de un idioma, luchando por su libertad
y nunca más pude callar y nunca más pude vivir en paz.

Después de los primeros golpes me fui documentando.
Buena Conducta, Certificado de haber nacido vivo
y el D.N.I. de un muerto, para salvar las apariencias.

Me vendieron una casa a pagar en quince años y un coche en tres.
Pregunté por los grandes Poetas de España y qué con mis versos. 
Dijeron nada, con los poetas nada. Los exiliamos, los dejamos morir.

Miguel Oscar Menassa
Del libro Un argentino en España