martes, 4 de febrero de 2014

DEMONIO DE LA SOLEDAD


Y fue mi cuerpo fin y destino de mis manos
y el pasto fue marrón.
                                Heladas piedras
cayeron sin piedad sobre mi piel de niño
y los demonios de la verdad
anunciaron la muerte.

Miguel Oscar Menassa
De "Invocaciones", 1978

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