De la guerra,
lo supimos todo,
estamos asqueados.
lo supimos todo,
estamos asqueados.
Las carnes maceradas,
los pechos ensangrentados,
las almas,
arrancadas de su lugar y lanzadas,
para siempre al vacío.
Desde entonces aconsejamos,
nunca más raíces,
nunca más para nosotros,
la ilusión de tener.
los pechos ensangrentados,
las almas,
arrancadas de su lugar y lanzadas,
para siempre al vacío.
Desde entonces aconsejamos,
nunca más raíces,
nunca más para nosotros,
la ilusión de tener.
Llevamos con nosotros la muerte,
somos humanos.
La caricatura de lo indecible.
Una guerra de las palabras,
contra la biología,
contra la física moderna.
Somos,
la gran alternativa,
el sexo contraatómico.
La verdad,
el síntoma perfecto.
Soy,
el único que no cambia,
pasa la muerte,
y sin embargo,
me mantengo joven.
somos humanos.
La caricatura de lo indecible.
Una guerra de las palabras,
contra la biología,
contra la física moderna.
Somos,
la gran alternativa,
el sexo contraatómico.
La verdad,
el síntoma perfecto.
Soy,
el único que no cambia,
pasa la muerte,
y sin embargo,
me mantengo joven.
Pasa la mierda,
y aún,
mantengo mis perfumes,
mi culo virgen,
mi mujer indemne,
los pasaportes y el amor,
en regla.
y aún,
mantengo mis perfumes,
mi culo virgen,
mi mujer indemne,
los pasaportes y el amor,
en regla.
Poeta desde siempre,
no necesité,
de mi cuerpo para vivir.
A los voraces reclamos de la justicia,
le fui dando palabras,
soy por eso,
la única pieza del sistema,
completa.
Mi cuerpo,
no existe.
no necesité,
de mi cuerpo para vivir.
A los voraces reclamos de la justicia,
le fui dando palabras,
soy por eso,
la única pieza del sistema,
completa.
Mi cuerpo,
no existe.
Esta vez,
venir,
hemos venido por el prestigio.
Somos,
los destapadores de cloacas,
los roñosos,
los últimos buscadores de piojos,
el hazme reír,
los que emigramos sin saber,
los extranjeros.
venir,
hemos venido por el prestigio.
Somos,
los destapadores de cloacas,
los roñosos,
los últimos buscadores de piojos,
el hazme reír,
los que emigramos sin saber,
los extranjeros.
Somos,
mi amor,
la marejada de mierda,
contra la antigüedad.
mi amor,
la marejada de mierda,
contra la antigüedad.
Los encargados de tocarle el culo,
al enfant terrible
a las bellas y pequeñas tacitas de porcelana,
y a tu gesto de reina,
entre las más altas copas de los árboles.
al enfant terrible
a las bellas y pequeñas tacitas de porcelana,
y a tu gesto de reina,
entre las más altas copas de los árboles.
Somos,
los bárbaros,
venimos,
para decirlo de alguna manera,
a pinchar los globos.
los bárbaros,
venimos,
para decirlo de alguna manera,
a pinchar los globos.
Miguel Oscar Menassa
De "Canto a nosotros mismos también somos América", 1978
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