miércoles, 6 de febrero de 2013
Querida:
Me tocó la nieve en las espaldas,
una palmada alegre cariñosa,
me sentí acariciado por mi madre,
fui feliz.
La nieve me tocó el corazón.
Anochece y del día,
sólo me queda el recuerdo de la bruma.
Así de frágil fue todo esta mañana:
nieve y carmín.
Deletreamos con cuidado cada uno su nombre:
Yo soy la Blanca Nieve de tus sueños.
La pétrea belleza del cristal,
marina alondra de los valles,
amiga de la tristeza de la muerte.
Yo tuve ganas de decirle:
Soy el poeta, el grande,
el creador de la palabra Mujer
y no le dije nada.
Miguel Oscar Menassa
De "Poemas y cartas a mi amante loca joven poeta psicoanalista, 1987
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