1
No me hagáis correr vuestras carreras
ni me hagáis volar en vuestros vuelos
ni me hagáis hacer vuestros trabajos
ni, tampoco, amar vuestros amores.
Yo hijos míos, con pasión,
os transporte volando,
siempre, a vuestro lado,
desde los confines quietos de la familia
hasta las puertas en libertad del mundo.
Ahora comienza vuestro viaje
y si os dejo partir sin acompañaros
es porque yo tengo mi propio viaje.
Debo poner al camino que construí
con mi propia vida y escribiendo,
mi nombre, mi apellido, mis marcas,
mis señas personales que son la poesía.
2
En el camino encontraréis el oro y la pobreza
los precipicios hondos y las grandes llanuras.
Habrá en vuestros caminos no lo dudéis
emboscadas, traiciones, viles injusticias,
por eso
es conveniente viajar acompañado.
Y cuando consigáis algo de pan, algo de dinero,
intentad repartirlo lo mejor posible entre todos.
Alguien que comió
y tiene dinero para el pan de mañana
en algo se sentirá feliz y su trabajo
no será dirigido por el hambre o el odio
sino por el amor o por la libertad.
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